Main logo

¿Cuándo comenzar a dar alimentos sólidos al bebé?

Las verduras cocidas y algunas frutas son alimentos idóneos para comenzar el camnio de los lácteos a la comida sólida.

Escrito en FAMILIA el

 El correcto desarrollo de la mandíbula, los dientes y la deglución dependen de que el niño aprenda a masticar y a tomar los sólidos cuando sea el momento, es por eso que se debe estar atentos a las señales que indican que el bebé está preparado y no dejar que los miedos impidan comenzar a proporcionar los primeros alimentos sólidos.

Ana Martínez, pediatra de Atención Primaria e integrante de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria comentó que la transición a la comida sólida y la dieta normal de la familia, se realiza poco a poco entre los seis y 12 meses de vida, pues al primer año de vida, el bebé debe comer lo mismo que el resto de la familia.
 
Alrededor de los seis meses de edad, los bebés ya son capaces de llevarse las manos a la boca, así como chupar y tragar alimentos blandos. Para los ocho o nueve meses, aún sin dientes, son capaces de hacer movimientos de masticación con las mandíbulas y aprenden a comer de una cuchara.
 
Los padres deben poner atención en las habilidades o capacidades del bebé para comenzar la transición de una alimentación láctea a una más variada y semisólida, por ejemplo que pueda mantenerse sentado casi sin apoyo, llevarse las manos a la boca y hacer movimientos de chupeteo y aplastar el alimento usando labios y encías.
 
Deben adaptarse a las características y maduración de su niño, sin necesidad de seguir un calendario. Cuando el bebé muestra interés hacia la comida mediante sus actitudes, como inclinarse hacia delante, abrir la boca, mirar o tomar y chupar directamente el alimento.
 
Es importante permitir que el niño decida cuándo ya ha tenido suficiente, cuando él deje de tener interés en la comida, la escupa, gire la cabeza o se quede dormido. 
 
La especialista señaló que no conviene obsesionarse con las cantidades, pues a lo largo del día hay más oportunidades para comer.
 
Añadió que el riesgo de atragantamiento o asfixia es un peligro que sólo ocurre con alimentos pequeños y duros como zanahora cruda, frutos secos, caramelos o manzana; puede ser motivo de susto cuando el bebé realice arcadas porque se le va a la garganta un trozo demasiado grande, pero no es un peligro, ya que estos movimientos lo que hacen es empujar el alimento a la parte anterior de la boca para que el bebé lo pueda volver a aplastar.
 
Cómo empezar
Verduras cocidas, poco blandas pero que se deshagan como papa, calabaza,brócoli, coliflor o zanahora; en cuanto a frutas, el plátano, mango, pera o ciruela; pasta cocida, carne cocida, jamón en tiras o la tortilla francesa, son los alimentos que la pediatra recomienda para iniciar el tránsito a la comida sólida.
 
En cuanto a las porciones, añadió que deben ser del tamaño de un dedo de adulto, que quepan en el puño del bebé, para que no pueda introducirse una porción excesiva.
 
Cinco consejos para padres:
1. Estar atentos a las señales de que su hijo tiene interés por la comida que come, deje que la pruebe sólo chupándola, para permitir que conozca los sabores.
 
2. Si ya se lleva las cosas a la boca,, aproveche para ponerle comida en la mano. Sólo asomará un poco, lo chupará, saboreará y tragará. Comerá poco, pero así verá si le sienta bien y lo tolera. Poco a poco podrá aumentar la cantidad y variedad.
 
3. Evite alimentos duros que puedan intercalar en los bronquios o en la tráquea, como frutos secos, caramelos, trozos de zanahora o manzana cruda.
 
4. Asegúrese de que el bebé sigue tomando el pecho, como en un principio, a lo largo del día y la noche. Si toma biberones, debe tomar tres o cuatro diarios, además de los demás alimentos.
 
5. La alimentación de los padres debe ser sana, para ofrecer esa misma comida al bebé. En cuanto a las cantidades, el bebé sabe cuánto comer.
 
Finalmente, la pediatra indicó que no es necesario tener dientes o muelas para comenzar a masticar, porque se perdería un momento importante, ya que es en los ocho o nueve meses de edad cuando los bebés están más predispuestos a probar comidas y masticar.
 
Cuando un bebé tarda en masticar y toma sólo líquidos y purés, no se le desarrolla bien la mandíbula ni los dientes y a la larga puede tener problemas de deglución o acostumbrarse a interponer la lengua entre los dientes, generando problemas en el lenguaje (con información de Infosalus).