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"Creí que mi cuello iba a girar hasta quebrarse por la meningitis"

Karen tuvo meningitis hace 8 años; regresaba del mercado cuando su pierna dejó de responder: “pensé que tenía gripa hasta que mi cuerpo se retorció”, recuerda

Escrito en ESPECIALIDADES el

Karen Velasco recuerda que un día, cuando caminaba del mercado a su casa, sintió cómo su pierna derecha dejaba de responder y tuvo que cojear el camino restante. No sabía lo que tenía, solo que se sentía muy mal, por lo que decidió meterse a su cama. Una vez acostada, su cuello, sus pies y su columna comenzaron a girar por sí solos. Era meningitis bacteriana.

“Un mes antes de que la enfermedad se presentara muy fuerte comencé a tener dolor en las articulaciones, sobre todo en rodillas, codos y cuello”, menciona Karen para SuMédico.

De acuerdo con los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC), cada año se presentan más de 1.2 millones de casos de meningitis bacteriana en todo el mundo y sin tratamiento, la tasa de letalidad de este padecimiento puede llegar a ser del 70%.

“Cuando finalmente llegue a un lugar donde me diagnosticaron bien la meningitis, me dijeron que había tenido mucha suerte, que tal vez no pasaba de esa noche”, señala Karen. El 24 de abril se conmemora el Día Mundial de la Meningitis y esto es lo que debes saber.

Meningitis: una enfermedad poco común que puede dejar secuelas graves

En Latinoamérica se tiene un estimado de 2 casos de meningitis por cada 100,000 habitantes (en promedio), mientras que en México se tiene calculado que existen 100 casos cada año. Simplemente durante 2019 se registraron en nuestro país 277 casos de meningitis meningocócica, mencionó el doctor César Adrián Martínez Longoria en conferencia de prensa.

“Se trata de una inflamación en las envolturas que tiene nuestro cerebro y el sistema nervioso, incluyendo la médula espinal. Dichas envolturas se llaman meninges. Son capas que mantienen y protegen un líquido alrededor del sistema nervioso que nos permite hacer varias funciones. Cuando estas membranas son infectadas e inflamadas, se le llama meningitis”, explica para SuMédico el alergólogo e infectólogo, Gerardo López Pérez.

El especialista detalla que la gran mayoría de meningitis son de tipo infeccioso y por ello hay varios tipos del padecimiento: viral, bacteriano, por hongos o por tuberculosis, entre otras causas.

“Las meninges también se pueden inflamar por irritación de elementos externos como sustancias químicas o con alguna radiación, pero las más frecuentes son por infecciones. De acuerdo con el grupo de edad, son las causas de la enfermedad. Las meningitis más comunes son las virales y pueden afectar a niños y adultos”, indica el especialista.

Los CDC indican que 1 de cada 5 supervivientes de la meningitis puede quedar con secuelas permanentes como pérdida auditiva, discapacidad neurológica o perdida de extremidades. Por su parte, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advierte que 1 de cada 10 personas que contraen meningitis bacteriana pierde la vida.

 “Parecía un resfriado común, hasta que mi cuerpo comenzó a retorcerse”

Karen recuerda que un mes antes de que la enfermedad se presentara de manera más severa empezó a tener fiebre y síntomas de gripe, por lo que pensó que se trataba de un resfriado común, hasta que un día la fiebre se incrementó y su cuerpo comenzó a retorcerse. Fue entonces cuando la internaron.

“Mis papás no estaban en casa y mi hermana no podía llevarme sola al hospital, entonces cuando ellos llegaron me llevaron a una clínica, pero ahí me dijeron que era un problema de nervios. Me pusieron suero con vitamina B. Ni siquiera en los hospitales conocen mucho acerca de la enfermedad y en esa clínica nadie me dio un diagnóstico. Estuve cuatro horas internada y los síntomas empeoraban, llegué a creer que mi cuello iba a girar hasta quebrarse por sí solo, así como sucede en las películas”, relata Karen.

Después de ese incidente, la trasladaron a otro hospital donde pudieron diagnosticarla y colocarle medicina adecuada.

“Esa noche la recuerdo de manera borrosa. Me contaron que apenas llegué, caí inconsciente, pero en mi perspectiva parecía aún estar despierta para algunas cosas. Desperté al día siguiente y ya me sentía mejor, pero aún estuve internada toda esa semana con muchas medicinas y antibióticos muy fuertes”, confiesa.

Dentro del hospital no le dijeron mucho, pero Karen recuerda que todo transcurrió de manera caótica porque ella se encontraba muy mal y entonces el médico tuvo que actuar rápidamente.

“Un doctor llegó y me agarró del cuello. Al instante dijo “¡Es meningitis!”. Había mucho personal corriendo, me tomaron una muestra de la espalda y me pusieron medicina. Solo al día siguiente me dijeron que había tenido mucha suerte, que tal vez no pasaba de esa noche”, recuerda.

Podría parecer un acto violento tomar a una persona enferma del cuello, pero Karen resalta que el experto actuó profesionalmente y más que nada, fue una medida para ayudarla.

“No me tomó con mucha fuerza, fue más como un movimiento de urgencia y de querer examinar al paciente. No sentí dolor con el movimiento, aunque desconozco si es así como se examinan los síntomas”, menciona.

¿Quiénes tienen más riesgo de padecer meningitis?

“Hay ciertas afecciones que predisponen a que una persona tenga meningitis por bacterias. Esto sucede principalmente en el periodo de recién nacido, que es cuando más debilidad y permeabilidad hay en estas membranas para que entren las bacterias, y en situaciones de enfermedades como sinusitis o una inflamación alrededor de los ojos”, explica el doctor López Pérez.

Tener esas bacterias hace que los gérmenes que se encuentran en el rostro o dentro de los senos paranasales invadan directamente al sistema nervioso. Esto también puede pasar cuando hay una infección en el oído. Por todo ello, se sabe que la meningitis se da por penetración directa a estas capas.

“También se puede dar meningitis cuando hay un sistema inmune debilitado. Esto puede ocurrir en gente con cáncer, diabetes o cualquier otra condición que disminuya su sistema de defensa de manera general”, menciona el especialista.

¿Cuáles son los síntomas de la meningitis?

Diagnosticar la meningitis es difícil porque sus síntomas incluyen signos presentes en otros padecimientos y por ello, se suele confundir a la enfermedad con otras afecciones más comunes. Por lo mismo, no se tiene un registro de la enfermedad en nuestra nación.

El doctor López Pérez explica que las señales de la meningitis se clasifican en varios grupos de síntomas:

  • Grupo 1 “síndrome febril”: fiebre y malestar general, como si fuera gripe
  • Grupo 2 “síndrome encefálico”: a medida que empieza la inflamación, la persona llega a tener dolor de cabeza, confusión y cambios de carácter
  • Grupo 3 “síndrome meníngeo”: es como si se estuvieran apretando los nervios. La persona puede sentir contracciones en el cuello, la espalda y se vuelven rígidos.
  • Grupo 4 “síndrome convulsivo”: cuando la infección ya está muy avanzada, se llegan a dar crisis convulsivas
  • Grupo 5 “hipertensión endo-craneana”: es tanta la presión que se ejerce sobre el cerebro que este órgano es incapaz de moverse. “Hace que la persona tenga un deterioro neurológico muy grave. Prácticamente las personas empiezan a caer en coma o de pérdida de conciencia”, explica el infectólogo.

¿Qué pensarías si te da fiebre, te duele la cabeza, cambia tu humor o te sientes rígido? Seguramente podría pasar por tu cabeza que tienes resfriado, estás estresado o simplemente estás teniendo un mal día, no que es meningitis.

“Sentía muy rígido el cuello y la nuca, pero lo atribuía al estrés. También mis ojos eran más sensibles a la luz”, indica Karen, quien no puede laborar de manera presencial porque considera que la mayoría de los trabajos son muy estresantes y ha optado por realizar sus actividades en la modalidad de home office.

“Además, físicamente me siento un poco más débil. Hay noches que me duele la cabeza de forma muy repentina. Trato de hacerme masajes en las partes que me duelen, o de hacer estiramientos para destensar los músculos, pero cuándo siento dolor en la cabeza no puedo hacer nada, solo respiro profundo y espero a que pase. Afortunadamente no suele durar mucho”, confiesa.

En su caso, aunque ya no está internada, sigue presentando rigidez cuando se llega a estresar.

“Se me tensan mucho los nervios y siento el cuello rígido como cuando tenía meningitis”, menciona.

¿Cómo se trata la meningitis?

Mayo Clinic informa que la meningitis bacteriana debe ser tratada de inmediato con antibióticos intravenosos y, en ocasiones, con corticosteroides. Dicho tratamiento ayuda a que se asegure la recuperación y reduce el riesgo de complicaciones, como episodios convulsivos e inflamación cerebral.

Esta clínica señala que el antibiótico o la combinación de estos dependerá del tipo de bacteria que esté causando la infección.

“Si ya se logró eliminar a la bacteria o virus y se analizó si ya no tuvo daño neurológico, ya no se les da medicamento. Lo que podría ocasionar que siga la medicación por mucho tiempo es que la persona afectada tuviera convulsiones. En esos casos se continúa con la medicación hasta que el afectado se estabilice. Si se ataca de manera adecuada y en tiempo y forma, habitualmente ya no tendría por qué tomar medicamento en su vida futura”, menciona el doctor López Pérez.

En el caso de Karen, cuando terminó el periodo de internado, le hicieron algunos exámenes más para verificar que estuviera bien de su cuerpo y a nivel cerebral, informándole que no tenía secuelas.

“Solo tomé medicina durante un mes después de la internación. Posteriormente no tome ninguna medicina más, ya que mis estudios decían que todo estaba bien. Cada año hay varias personas que fallecen de lo mismo y son personas que no pudieron llegar a tiempo al hospital. También me he cruzado con personas que si han sobrevivido pero que tienen secuelas muy graves. Aún ahora siento miedo. Me pregunto qué fue lo que definió el hecho de sobrevivir sin tantas complicaciones y me da pena pensar que otras personas puedan enfermarse de lo mismo”, concluye.