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Cómo prevenir y detectar enfermedades renales

Siete cosas son las que reducirán el riesgo de padecer problemas en los riñones

Escrito en FAMILIA el
¿Alguna vez has tomado conciencia sobre lo importantes que son tus riñones? ¿Qué haces para cuidarlos?

Los riñones tienen múltiples funciones, siendo la principal la eliminación de toxinas que el organismo genera a diario, aunque también contribuye al control de la presión arterial, la producción de hormonas y al balance de agua y minerales.

“Al día se filtran alrededor de 180 litros de sangre. Cuando los riñones se enferman, hablamos de una disminución de la capacidad de filtrar las toxinas y no es sino hasta que llega por debajo del 10% que presentamos síntomas”, explica el Dr. Ernesto López Almaraz, Presidente del Consejo Médico de Asociación ALE, I.A.P.

El especialista indica que de acuerdo a estimaciones, cerca de 130 mil mexicanos padecen enfermedades renales en etapas avanzadas que requieren de diálisis. Infortunadamente alrededor de 80 mil de ellos, son los únicos que reciben el tratamiento de forma efectiva.

“De estos 130 mil pacientes con enfermedades renales en fase cinco (la etapa final), existen cientos de miles en etapas más tempranas y que tienen el riesgo de que progresen”, menciona.


Los factores de riesgo


El doctor López Almaraz señala que las causas de las enfermedades renales son variadas, pero las principales son las siguientes:

  • Diabetes mellitus

  • Obesidad

  • Hipertensión arterial

  • Enfermedades inmunológicas como el lupus eritematoso

  • Malformaciones de las vías urinarias

  • Medicamentos


“Automedicarnos es uno de los principales factores de riesgo. Actualmente uno de los medicamentos que más nos autoprescribimos son los antiinflamatorios, que son altamente tóxicos para el riñón. Por eso, no hay que tomar medicamentos si no es por prescripción”, resalta.

Los medicamentos, añade, pueden provocar dos tipos de daño renal: agudo que surge por el uso de diclofenaco o naproxeno y que puede mejorar, y el crónico que se presenta por la ingesta de fármacos por varios meses como el omeoprazol, los utilizados para cáncer o los que se requieren para tratar enfermedades crónicas.

La enfermedad silenciosa


Uno de los mayores inconvenientes por el que las enfermedades renales no se tratan oportunamente, es la falta de síntomas en etapas tempranas.

“Las enfermedades renales crónicas son silenciosas, no es hasta cuando se está en etapas muy avanzadas que nos va a dar síntomas”, dice.

La sospecha de la enfermedad surge cuando se tienen náuseas, vómito, poco apetito, cansancio y somnolencia que puede llegar a la desorientación. Cuando se padece esto, el paciente ya requiere de terapias sustitutivas como diálisis peritoneal, hemodiálisis o el trasplante de riñón.

En etapas anteriores, el síntoma que se puede presentar es espuma en la orina, aunque en ocasiones es tan poca la cantidad que no la notamos.

Evita complicaciones


Cualquier persona es susceptible de padecer enfermedades renales, pero si se realizan las siguientes acciones, se disminuirá el riesgo.

  • Tener un buen control de la glucosa en caso de tener diabetes, y de la presión si se tiene hipertensión.

  • Mantener una buena hidratación. Se debe tomar suficiente agua para tener una orina clara.

  • Moderar el consumo de sal. Lo ideal es consumir 5 gramos al día.

  • Hacer ejercicio. Los adultos deben realizar una actividad física 30 minutos al día y los niños y adolescentes, 60 minutos.

  • No fumar. En aquellos que ya tienen la enfermedad, duplica la velocidad con la que se deteriora el riñón y triplica la cantidad de proteínas que se llegan a perder.

  • Consumir alcohol con moderación

  • Cuidar el consumo de tés


“Si hablamos de infusiones de manzanilla o hierbabuena de los cuales conocemos su contenido no hay problema, pero los tés un poco más raros e incluso algunos que pertenecen a la herbolaria, pueden generar daño, sobre todo si se padece enfermedad renal debido a su alto contenido de potasio y otras toxinas que en alguien normal no le causan daño”, menciona.



Lo más importante, menciona, es tener un buen estilo de vida y acudir con el médico con frecuencia.

“Es importante saber cómo están los riñones. Si además tenemos enfermedades que pueden afectar a estos órganos, debemos de acudir periódicamente con el médico para evaluar su funcionamiento”, concluye.