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Consecuencias de la hipertensión irían más allá de riesgos al corazón

Ser un adulto joven con problemas de hipertensión podría hacerte más propenso a padecer Alzheimer más adelante en la vida.

Escrito en MENTE SANA el

¿Sabías que una de las consecuencias de la hipertensión arterial podría ser la demencia? Especialistas acaban de encontrar que ser un adulto joven con problemas de presión elevada podría hacer que estas personas sean más propensas a padecer Alzheimer más adelante en la vida.

¿Cómo se puede relacionar una condición sanguínea con un síndrome que afecta lo cognitivo? Esto es lo que explican los expertos.

Presión arterial elevada en adultos jóvenes, relacionado con demencia

Johns Hopkins Medicine resalta que la presión arterial elevada puede dañar los pequeños vasos sanguíneos cerebrales y afectar las partes del cerebro responsables de la memoria y el pensamiento.

La directora del Centro de tratamiento de la memoria y la enfermedad de Alzheimer en Johns Hopkins, Constantine Lyketsos, menciona que no se recomienda nunca la automedicación, pero que al analizar la demencia como una de las consecuencias de la hipertensión arterial, encontraron que tratar la presión elevada puede beneficiar a los afectados (o futuros perjudicados) por demencia.

“Encontramos que si una persona no tenía Alzheimer y tomaba medicamentos para la presión arterial, era menos probable que desarrollara demencia. Por el contrario, si padecía demencia por Alzheimer y tomaba antihipertensivos, era menos probable que la enfermedad progresara en el afectado”, dijo Lyketsos.

Ahora, el estudio más reciente sobre la demencia como una de las consecuencias de la hipertensión arterial reveló que la edad en la que se padece presión arterial elevada juega un papel en si la persona desarrollará problemas cognitivos en un futuro.

De acuerdo con los autores de la investigación, publicada el 4 de octubre en el journal “Hypertension”, los individuos diagnosticados con presión arterial elevada entre los 35 y los 44 años presentaban cerebros más pequeños y tenían una mayor posibilidad de ser diagnosticados con demencia en comparación con la gente de esa misma edad sin problemas de hipertensión.

“Las personas con hipertensión diagnosticada mayores de 35, de 35 a 44 y 45 a 54 años tenían un volumen cerebral total de menor tamaño en comparación con los controles correspondientes en el análisis multivariable. De manera parecida, la presión arterial elevada que fue diagnosticada en la vida temprana y media se vinculó de forma independiente con volúmenes más pequeños de materia gris, materia gris cortical periférica y materia blanca”, se puede leer en la investigación original.

¿Qué quiere decir esto? Que las consecuencias de la hipertensión arterial irían más allá de riesgos al corazón y también impactarían en la forma de pensar de las personas.

Los especialistas siguieron a los pacientes por 11.9 años y documentaron 4 mil 626 casos de demencia incidental por todas las causas, pero aquellas personas con hipertensión diagnosticada únicamente entre los 35 y 44 años de edad presentaban un mayor riesgo de Alzheimer.

“Nuestros hallazgos sugieren que la hipertensión diagnosticada en la en la mediana edad o en los adultos jóvenes, pero no en la vejez, está relacionada con volúmenes cerebrales de menor tamaño y un mayor riesgo de demencia”, concluyeron.