Hace unos años, en julio de 2013, científicos de la Universidad de Arizona desarrollaron una técnica novedosa para afectar el estado de ánimo a través de las vibraciones de ultrasonido aplicadas al cerebro. Tiempo después, el 28 de febrero de 2020, investigadores del Departamento de Psicología de la dicha institución educativa sugirieron que tratar una región de la corteza prefrontal con un tipo de ultrasonido llamado “focalizado transcraneal (tFUS)”, que es una nueva técnica de ultrasonido, podría elevar temporalmente el estado de ánimo de una persona.
En palabras de los autores del más reciente estudio, los experimentos anteriores en animales habían demostrado que el tFUS modula la actividad neuronal y, además, los estudios en humanos han demostrado que altera temporalmente la actividad en varias partes del cerebro.
La finalidad de los médicos era ver qué efecto tendría el tFUS en una parte del cerebro asociada con el estado de ánimo y otras respuestas afectivas: la circunvolución frontal inferior derecha (rIFG).
Esto fue lo que encontraron…
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¿En busca de la felicidad?:
Si bien podría tratarse del título de una película protagonizada por Will Smith, esto fue diferente.
Para llegar a sus conclusiones, el equipo reclutó a 51 voluntarios sanos, incluidas 27 mujeres y 24 hombres, con una edad media de 19,7 años y los dividió en dos grupos.
En total fueron dos experimentos: el primero analizó los efectos de tFUS en el estado de ánimo y el segundo también examinó el estado de ánimo, pero además midió los efectos de tFUS en la actividad cerebral relacionada con la emoción y la regulación del estado de ánimo.
El primer grupo recibió 30 segundos de tFUS dirigido a la rIFG (parte del cerebro asociada con el estado de ánimo y otras respuestas afectivas), mientras que el segundo actuó como un grupo placebo. Ni los participantes ni los investigadores sabían quién recibió tFUS y quién el placebo.
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Los resultados fueron los siguientes: el tFUS (el tipo de ultrasonido) dirigido al rIFG mejora el estado de ánimo, acompañado de cambios en la FC (o la conectividad funcional en estado de reposo) en redes relacionadas con la regulación emocional. En un experimento doble ciego (es en el que ni los individuos ni los investigadores saben quién pertenece al grupo de control y quién al grupo experimental) controlado con placebo, los participantes informaron un aumento significativo en el estado de ánimo 20 y 30 minutos después de tFUS (Experimento 1). El experimento 2 reprodujo los efectos positivos del estado de ánimo de la sonicación de rIFG y demostró cambios de FC en la red de rIFG y la DMN (que es la actividad autorreferencial).
Puedes leer el estudio original aquí.
Los autores claman que su estudio es significativo, pues demuestra que tFUS puede afectar el estado de ánimo de una persona sana, mientras que la investigación previa se centró en personas con afecciones neurológicas o psiquiátricas existentes.
Sin embargo, los mecanismos precisos de cómo y por qué los cambios en las ondas cerebrales de una persona afectan su estado de ánimo aún no se han revelado.
Aún queda mucho por explorar, pero las investigaciones sobre los estados de ánimo de las personas siguen avanzando.