En la Universidad Johns Hopkins, en Baltimore, Estados Unidos, se llevó a cabo un estudio que revela que las imágenes relajantes, de paisajes o escenas tranquilizantes, pueden ayudar a los enfermos de cáncer a menguar el dolor cuando se encuentran bajo tratamientos complicados.
Para llegar a las conclusiones definitivas, los investigadores tomaron a un grupo de pacientes a los que se les aplicaría una biopsia y aspirado de médula ósea (BAMO), un procedimiento para diagnóstico que es particularmente doloroso.
Posteriormente dividieron el grupo en dos, el primer grupo fue tratado con el procedimiento normal, pero mientras tanto se les mostraban imágenes de paisajes naturales con sonidos muy relajantes; para el otro grupo se procedió a mostrarles imágenes urbanas con ruidos de ciudad.
Cabe señalar que los sonidos eran suministrados con audífonos de gran fidelidad, para darle un efecto mayor al experimento. Entonces procedieron a medir los umbrales y niveles de dolor de los pacientes, tomando como medida la escala de diez puntos conocida como el Instrumento Hopkins de Índice de Dolor, en donde cualquier marca sobre 4 es clasificada como dolor moderado a severo.
Aquellos que recibieron el procedimiento normal pero no tenían imágenes ni sonidos, calificaron con 5.7, lo mismo que calificaron aquellos que recibieron sonidos urbanos y escándalo. No obstante, aquellos que fueron tratados con imágenes relajantes y de la naturaleza, puntuaron con 3.9, algo que fue visto como una reducción importante.
La idea es que por medio de esta técnica se ayude a los pacientes que sufren tratamientos dolorosos, sin embargo, los expertos afirmaron que todo depende de las imágenes mostradas, ya que existen algunas de la naturaleza que pueden engendrar miedo. (Con información de BBC Mundo)
Viernes 26 de abril de 2024