El consumo de frutos secos se relaciona inversamente a la mortalidad total en más de 20 por ciento y con una asociación inversa con algunas de las causas más comunes de mortalidad, como enfermedad cardiovascular y cáncer.
Un estudio de la Universidad de Harvard se analizaron 100 mil personas durante 30 años y se concuyó que los participantes que comieron frutos secos a diario, redujeron la mortalidad por cáncer en 11 por ciento, en comparación con quienes no los consumieron.
La doctora Ying Bao, responsable del estudio, explicó que el consumo de frutos secos se asocia inversamente a la mortalidad, independientemente de otros factores de riesgo.
Además de los frutos secos, las frutas deshidratadas también están indicadas para la prevención del cáncer, ya que son tan sanas como sus equivalentes frescos y ricas en poli fenoles, fuertes antioxidantes que pueden proteger el ADN contra daños externos, reducir la inflamación y prevenir el cáncer.
Varios estudios científicos han demostrado los beneficios de salud de frutos secos y frutas deshidratadas. Todos estos beneficios se atribuyen a los múltiples componentes que tienen estos productos, como vitamina E, ácido fólico, magnesio, arginina, esteroles vegetales y compuestos fitoquímicos, además de un bajo contenido de ácidos grasos saturados, entre otros (Con información del International Nut and Dried Fruit Council).