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“La osteoporosis no tiene síntoma hasta que te rompes; a mí me rompió”

Una de cada cuatro personas en México podría tener osteoporosis u osteopenia y el declive óseo comienza a partir de los 30 años.

Escrito en VIDA SANA el

“¿Mamá qué pasó? Me preguntó mi hija al verme en el piso de la cocina y con la muñeca adolorida. La osteoporosis no tiene síntoma hasta que te rompes. A mí me rompió mientras llegaba con las bolsas del mandado y mi perro me recibía”.

Alejandra recuerda ese día en que el tiempo pasó tan rápido como para verse en el suelo con un dolor en la muñeca que asegura, jamás olvidará.

“En silencio, mis huesos se hicieron frágiles y nunca lo sentí, tuve que fracturarme”.

Día Mundial de la Osteoporosis: una enfermedad silenciosa 

De acuerdo con información de la International Osteoporosis Foundation, la osteoporosis es una de las enfermedades crónicas más comunes que afecta a personas de todo el mundo. La enfermedad hace que los huesos de las personas se tornen más frágiles y porosos, por lo cual uno de los mayores riesgos es fracturarse.

“Las víctimas de este tipo de lesiones graves y en gran medida previsibles, experimentan dolor severo, pérdida de movilidad a largo plazo e incluso, muerte prematura. La carga para los sistemas de salud, la economía y la sociedad también es enorme y va en aumento”, señaló en entrevista con SuMédico, el doctor Miguel Ángel Saavedra Salinas, reumatólogo, profesor de posgrado en la especialidad e investigador nacional.

Al respecto, la Organización Mundial de la Salud (OMS) define a la osteoporosis como una enfermedad que se caracteriza por la disminución de la masa ósea, cuyo valor de densidad ósea (DO) es menor a 2.5, razón por la cual incrementa la fragilidad del hueso, y lo vuelve más susceptible a sufrir una fractura.

Y de acuerdo con expertos, el declive mineral óseo comienza a los 30 años.

El 20 de octubre es el Día Mundial de la Osteoporosis y te compartimos lo que debes saber acerca de esta enfermedad silenciosa.

Osteoporosis en México y en el mundo

En el mundo se quiebra un hueso debido a osteoporosis cada 3 segundos. En América Latina, la osteoporosis y las fracturas relacionadas son generalizadas y están en aumento debido al envejecimiento de la población y los cambios en el estilo de vida. En muchos países de la región, el número de fracturas por osteoporosis será más del doble en 2050, mientras que, en México, 1 de cada 4 personas tiene osteoporosis u osteopenia, de acuerdo con la International Osteoporosis Foundation.

El doctor Miguel Ángel Saavedra Salinas explica que la osteoporosis es una condición que afecta la calidad del hueso; es una enfermedad prácticamente silente hasta que no tiene alguna fractura que es la consecuencia esperada final de la osteoporosis, es una enfermedad asintomática que se detecta mediante un estudio de gabinete que se llama densitometría ósea.

“Hay alguna información relativa a la población mexicana, algunos estudios publicados hace algunos años en dónde se observa una mayor prevalencia de osteoporosis al norte de México en comparación con los estados del sur, hay un gradiente que puede tener que ver con la exposición al sol, tipo de población, algunas cuestiones étnicas o raciales, entre otras, a pesar de que vivimos todos en un mismo país. No se sabe a ciencia cierta si esta condición está subdiagnosticada porque no hay elementos contundentes para decir que así es”, señala el experto.

Cuando los familiares de Alejandra la encontraron en el piso, con gritos se preguntaban lo que había ocurrido pues todo sucedió “de repente”. Lo más rápido posible, sus hijos tomaron el automóvil para llevarla al hospital mientras Alejandra se quejaba y sostenía su muñeca adolorida.

Pasadas unas horas, le indicaron que tenían que realizarle un estudio, le colocaron un cabestrillo y un médico tenía ya los resultados de su densitometría ósea.

“Me dijeron que con eso medían lo fuerte que estaban mis huesos, no me dolió, pero me dijeron que era osteoporosis, lo cual me sorprendió pues no presentaba síntoma alguno. Sí había perdido estatura, mi espalda estaba algo curva y ahí empecé a recordar todo lo que me había llevado ahí, cargar a mis nietos, jugar con ellos, todo eso me dijo el doctor que tenía que ver aunque no tenía síntomas”.
 

Los factores de riesgo tradicionales

El especialista agrega que la osteoporosis en realidad representa una situación bastante frecuente en la práctica diaria sobre todo en mujeres a partir de la menopausia. Es una enfermedad mundial que implica alto costo de manera general en términos de tratamientos y complicaciones, particularmente la reparación quirúrgica de las fracturas.

“Los factores de riesgo en la población mexicana son los universales y es difícil decir que los mexicanos tenemos más osteoporosis que, por ejemplo, comparado con población caucásica. Lo importante en nuestro país, como con otras enfermedades es que haya diagnóstico y tratamiento oportunos”.
 

Los factores de riesgo tradicionales son:

1.    Sedentarismo

2.    Índice de masa corporal bajo (IMC)

3.    Deficiente ingesta de calcio y vitamina D

4.    Exposición solar reducida

5.    Uso de cortisona

6.    Enfermedades inflamatorias previas

7.    Historial genético.

Saavedra detalla que en general hay un tamizaje o screening  (chequeo) para pacientes que se ha vuelto algo relativamente cotidiano, principalmente en aquellos pacientes que tienen factores de riesgo relacionados con el desarrollo de la osteoporosis como son ser mujeres, pues hay mayor prevalencia, y por lo tanto es frecuentemente estudiado; otras condiciones como algunas enfermedades que producen osteoporosis asociada, consumo de fármacos, antecedentes familiares de la enfermedad, entre otros, que aumentan el riesgo de desarrollo.

“Por otro lado, está el extremo en dónde las pacientes desde el punto de vista sintomático sufren una caída menor y tienen alguna fractura, que lo más común es que sea una fractura en la muñeca, pero también en la cadera. Otra fractura que también es común es a nivel vertebral que inclusive puede ser espontánea. Tanto el tamizaje como lo sintomático son los dos escenarios posibles de diagnóstico. El diagnóstico sería tardío cuando se tiene fractura y el otro diagnóstico se hace cuando aún no se ha tenido ésta”.

El estándar de oro para osteoporosis

El doctor Saavedra indica que aunque no es un programa nacional como en el caso de enfermedades como el cáncer cervicouterino o cáncer de mama, medir la densidad ósea sí es algo que ha permeado en la sociedad y desde luego que los médicos hacen densitometrías a personas que tienen riesgos, para identificar si se tiene osteopenia, que es el paso previo a la osteoporosis, o bien osteoporosis que está claramente definida.

“Abuelita ¿te vas a volver a caer?”

Isabel también se cayó. Fue en la cocina de su casa y se fracturó la muñeca.

“Ahora cuando voy a la cocina todos se asustan. Me acompañan o me preguntan si estoy bien. Mi nieto me pregunta ¿abuelita te vas a volver a caer?”

En su caso el tratamiento fue con base en pastillas para el dolor y suplementos de calcio y vitamina D, aunque recuerda:

“El doctor me dijo que, aunque me tomara los suplementos, mis huesos no serían ya los mismos pues la absorción de calcio a mi edad no es igual.

Y cuenta que le dieron algunas recomendaciones para prevenir las caídas:

“Me dijeron que por mi edad y la menopausia tenía que cuidarme más; me pidieron usar zapatos bajitos, ya nunca más tacones, me dijeron que tenía que ir con el médico más seguido y tener cuidado con pisos mojados, alfombras y todo lo resbaloso”.

La densitometría ósea, el estándar de oro

Para la detección de la osteoporosis la densitometría ósea es el estándar de oro, pero en algunas ocasiones, cuando se tiene una enfermedad concomitante y que se requiere de atención, se hacen radiografías a nivel de tórax, del abdomen y de forma indirecta se ve la columna torácica y la columna lumbar. Si se observan anomalías en la densidad del hueso y aunque no sea un estudio para eso, puede llegar a sugerirlo y en consecuencia se hacen los estudios específicos.

“De repente hay estudios de tomografía o resonancia magnética que se hacen por alguna condición coincidente y resulta que ahí te das cuenta, pero no son estudios para diagnosticar osteoporosis a menos que te encuentres con alguna fractura vertebral que pueden ser espontáneas y a veces hasta asintomáticas, pero se suele pensar lo contrario”.
 

Algunos estudios de laboratorio que también se hacen son los de detección de vitamina D y aunque no sirven para detectar osteoporosis, se utilizan para conocer los niveles de vitamina a aquellos pacientes que no tienen una cantidad adecuada de este nutrimento, explica Saavedra, además en el confinamiento sería lógico pensar que puede afectarse la salud de los huesos pues muchas personas han dejado de hacer el ejercicio que hacían cotidianamente y  la exposición solar se ha reducido en algunos casos; sin embargo, no hay información contundente al respecto:

"Hay que recordar que la osteoporosis no es exclusiva del adulto mayor; es más prevalente en este grupo de población especialmente con la pandemia de covid y evidentemente tienen limitaciones al respecto. Valdría la pena explorar en aquellas personas que no tenían osteoporosis y ahora lo tienen, pero no hay datos contundentes".

¿Hay tratamientos?

El médico enfatiza que lo primordial es identificar aquellos factores de riesgo que teóricamente puedan ser modificados; por ejemplo, el sedentarismo que se puede combatir con la actividad física, la exposición al sol de manera controlada y una alimentación rica en calcio y vitamina D:

“Hay que considerar que hay factores que no se pueden modificar como el genético y otros factores implicados, como las enfermedades; puede controlarse si se siguen adecuadamente los tratamientos prescritos”.

En el tratamiento existen distintos tipos de fármacos que ayudan a mejorar la arquitectura del hueso, aunque nunca se regresará a una arquitectura normal; es sabido que la densidad mineral ósea puede ir paulatinamente mejorando, aunque no de una manera tan significativa. Cuando se hace control de la densitometría se puede ver que la pérdida se mantenga y no se incremente.

Los tratamientos reducen la posibilidad de tener una fractura a nivel vertebral, a nivel de muñeca y a nivel de cuello femoral. Los medicamentos de primera elección, casi siempre los que se llaman bifosfonatos, ayudan a que la arquitectura del hueso sea un poco más resistente pero no exclusivamente:

“También hay unos medicamentos que han caído en desuso como el ranelato de estroncio, pero también más recientemente el benisfumaro, un fármaco inyectable importante; el ácido zoledrónico que es derivado de los bifosfonatos pero que es intravenoso y todo esto complementado con calcio y vitamina D”.

Osteoporosis y covid-19

No se ha encontrado que la propia infección causada por el nuevo coronavirus afecte directamente al hueso hasta este momento; mientras, el hecho de que la infección afecte a las articulaciones es discutible:

“Lo que sí hemos visto es que en este escenario de la pandemia algunos pacientes han presentado síndromes posvirales, es decir, algunos síntomas inespecíficos después de haber presentado una enfermedad viral como es la covid en dónde por un lapso de dos a tres meses están todavía convalecientes, con dolores musculoesqueléticos, algunos de ellos inespecíficos, no bien sistematizados que van y vienen hasta que ya finalmente se termina de recuperar el paciente”.
 

El doctor aclara que lo anterior no es que la enfermedad afecta directamente al hueso sino síntomas que se denominan como constitucionales que son aquellos manifestados básicamente por dolor en zonas específicas del cuerpo como son las articulaciones, tendones, ligamentos y músculos.

Aunque se pide que no sea de alto impacto, el ejercicio tiene un efecto benéfico sobre el remodelado del hueso, por ejemplo, estiramiento, algunos ejercicios de fuerza y los aeróbicos pueden ayudar a conservar la salud ósea. El sedentarismo es un factor de riesgo conocido para la pérdida de masa ósea. Tendríamos que hacer ejercicio desde etapas tempranas si queremos prevenir la osteoporosis.

Desde los 30 años comienza el declive

“En las mujeres a partir de los 30 años empieza a declinar la densidad mineral ósea por lo cual es mucho antes de la menopausia y la pérdida de esta densidad se acelera durante esta etapa. En los hombres es menos estudiado, pero parece lógico pensar que es una enfermedad menos común, el hombre tiene una masa ósea diferente, fuerza muscular distinta y las actividades suelen ser distintas, pero no exclusivamente”.

Hay una etapa muy clara en la mujer, que es la menopausia y es durante la misma que se realizan mayores pruebas, lo cual no ocurre con los hombres en la andropausia. En los hombres se requiere identificar factores de riesgo muy específicos. Se conoce menos de la enfermedad en hombres.

Saavedra explica que es una enfermedad silenciosa que requiere ser identificada en personas que presentan factores de riesgos plenamente reconocidos:

“Al saber estos factores de riesgo o no, los especialistas podemos saber si realizamos una densitometría ósea y qué valor le darás. La otra cuestión es que las mujeres que ya están en menopausia, a partir de que cesa la menstruación requerirían del estudio para tener una basal. No es un estudio costoso, incómodo o doloroso y brinda la posibilidad de una detección oportuna”.

Finalmente, el doctor explica que algunas medidas preventivas son la práctica de ejercicio, la exposición solar de 15 a 30 minutos diarios, ingesta adecuada de calcio y vitamina D y si se tiene una enfermedad inflamatoria que esté controlada o fármacos que predisponen a osteoporosis deben ser ajustados. Con estas medidas se busca que la pérdida acelerada de la calidad ósea se reduzca.