El dengue es una enfermedad cada vez más común que se contagia principalmente por la picadura de un mosquito portador de la enfermedad. Los síntomas de dengue pueden ser parecidos a los de otros problemas, por lo que es indispensable saber reconocerlos para evitar complicaciones.
De acuerdo al Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), el contagio de dengue suele ser más común en regiones tropicales.
Síntomas de dengue
El dengue es una enfermedad causada por un virus y existen tres manifestaciones: Fiebre de dengue, fiebre hemorrágica y shock hemorrágico.
Los síntomas de dengue, también conocido como trancazo o fiebre quebrantahuesos suelen aparece entre 4 a 7 días después de la picadura del mosquito portador.
Pueden manifestarse molestias como:
Fiebre alta (40°C)
Dolor de huesos
Dolor de cabeza intenso, especialmente en la frente
Dolor de ojos que empeora al moverlos
Erupciones en la piel similares a las del sarampión
Náuseas y vómito
Insomnio
Falta de apetito
Dolor abdominal
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Muchas personas pueden curarse en tan solo una semana, pero en otros casos, la enfermedad evoluciona a fiebre hemorrágica y pueden presentarse síntomas mucho más graves, potencialmente mortales, como hemorragias, convulsiones y deshidratación severa.
Cuando el dengue es grave pueden dañarse los pulmones, el hígado y el corazón. La presión arterial puede bajar demasiado, causar choque y hasta la muerte.
El dengue hemorrágico es la fase más peligrosa de la enfermedad y se caracteriza por sangrados tanto internos como externos.
Haber tenido una infección anterior de dengue aumenta el riesgo de padecer síntomas graves si vuelves a infectarte.
¿Cómo prevenir?
El dengue es más común en zonas tropicales o donde hay acumulación de agua, por lo que si vives o viajas a alguna zona con estas características, debes tomar en cuenta algunas medidas de prevención.
El IMSS recomienda usar ropa que cubra la mayor parte del cuerpo para no exponerse a la picadura de los moscos.
También debes usar repelente contra mosquitos e instalar una tela o mosquitero que proteja tu cama por completo, puertas y ventanas.
Evita que se acumule la basura y no dejes recipientes donde se puede acumular el agua. Al menos una vez a la semana vacía y limpia los recipientes que contienen agua estancada, como las macetas, los platos de animales y los floreros.
Lava constantemente los contenedores de grandes cantidades de agua, como tinacos y cisternas.
Si detectas la presencia de mosquitos de dengue, usa insecticidas especiales para eliminarlo y notifica a las autoridades de tu localidad.
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