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Contaminación, relacionada con trastornos psiquiátricos

Vivir en áreas contaminadas, especialmente al principio de la vida, es predictivo de trastornos mentales

Escrito en MENTE SANA el

De acuerdo con un nuevo estudio publicado en la revista PLOS Biology, la contaminación está relacionada con la salud mental y los trastornos que se derivan de la afectación de esta.

"Nuestro estudio muestra que vivir en áreas contaminadas, especialmente al principio de la vida, es predictivo de trastornos mentales tanto en Estados Unidos como en Dinamarca. El entorno físico, en particular la calidad del aire, garantiza más investigación para comprender mejor cómo nuestro entorno está contribuyendo a los trastornos neurológicos y psiquiátricos", explica el biólogo computacional Atif Khan, quien es autor del trabajo.

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Y es que un grupo internacional de científicos que utilizan grandes conjuntos de datos de Estados Unidos y Dinamarca están estudiando cada vez más los efectos de la influencia medioambiental sobre las patologías psiquiátricas y neurológicas, motivadas por la evidencia emergente de eventos como el smog que asfixió a Nueva Delhi hace dos años, alcanzando niveles de récord en contaminación.

Este conjunto de especialistas descubrió que la mala calidad del aire se asocia con tasas más altas de trastorno bipolar y depresión mayor tanto en las poblaciones estadounidenses como danesas. La tendencia parecía más fuerte en Dinamarca, donde la exposición al aire contaminado durante de los primeros diez años de vida de una persona también predice un aumento de más del doble en la esquizofrenia y los trastornos de la personalidad.

Para cuantificar la exposición a la contaminación del aire entre individuos en los Estados Unidos, el equipo de la Universidad de Chicago utilizó las mediciones de la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos de 87 mediciones de calidad del aire.

A continuación, los investigadores examinaron dos conjuntos de datos de población, el primero fue una base de datos de reclamaciones de seguros de salud de Estados Unidos que incluyó 11 años de quejas de 151 millones de personas.

El segundo grupo de datos consistió en los 1,4 millones de individuos nacidos en Dinamarca desde 1979 hasta 2002 que vivían y residían en esa nación en su décimo cumpleaños.

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"Presumimos que los contaminantes podrían afectar nuestros cerebros a través de vías neuroinflamatorias que también han demostrado causar signos similares a la depresión en estudios con animales. Este estudio sobre trastornos psiquiátricos es contraintuitivo y generó una resistencia considerable por parte de los revisores", continuó Andrey Rzhetsky, director de la indagación.

Aunque las enfermedades mentales como la esquizofrenia se desarrollan debido a una compleja interacción de predisposiciones genéticas y experiencias o exposiciones de la vida, la genética en si sola no tiene en cuenta por completo las variaciones en la salud y la enfermedad mental.

Los investigadores han sospechado durante mucho tiempo que los factores genéticos, neuroquímicos y ambientales interactúan a diferentes niveles para afectar el inicio, la gravedad y la progresión de estas enfermedades.

John Ioannidis, profesor de la Universidad de Stanford que participó en el proceso editorial de la revista, también se muestra preocupado por la relación que existe.

"Una asociación causal de la contaminación del aire con enfermedades mentales es una posibilidad intrigante. A pesar de los análisis que implican grandes conjuntos de datos, la evidencia disponible tiene deficiencias sustanciales y una larga serie de posibles sesgos pueden invalidar las asociaciones observadas. Se necesitan más análisis por parte de múltiples investigadores, incluidos los contrarios", advierte Ioannidis.

De acuerdo con Rzhetsky, las asociaciones significativas entre la contaminación del aire y los trastornos psiquiátricos descubiertos en el estudio no necesariamente significan causalidad y, al igual que Ioannidis, concuerda en que se necesitan más investigaciones para evaluar si los impactos neuroinflamatorios de la contaminación del aire comparten vías comunes con otras condiciones inducidas por el estrés.

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Con información de Europa Press