Main logo

Beber y fumar aumentan el riesgo de cáncer de esófago

Las personas con estos hábitos acumulan mutaciones celulares que aumentan el riesgo de tumores

Escrito en VIDA SANA el

Según la American Cancer Society, para 2018 se esperaban alrededor de 17 mil 290 nuevos diagnósticos de cáncer de esófago. Mientras que se estimaron aproximadamente 15 mil 850 muertes por la misma causa.





Se trata de una enfermedad que afecta en su mayoría a los
hombres, el riesgo es de un caso por cada 132 hombres. Mientras que para las
mujeres se registra 1 de cada 455.





En este sentido, una investigación realizada por la Kyoto University, encontró que las células normales del esófago sufren mutaciones tumorales durante el envejecimiento. Incluso hallaron que beber y fumar multiplican el riesgo de desarrollar cáncer de esófago.





Te recomendamos: Prueba de aliento podría detectar cáncer





Estudian mutaciones celulares en el cáncer de esófago





Los investigadores analizaron muestras de tejido esofágico de 139 pacientes diagnosticados con carcinoma esofágico o sin él. Esto para encontrar mutaciones celulares, además de registrar su historial de consumo de alcohol y tabaquismo de las personas estudiadas.





De acuerdo con los resultados, varias muestras contenían
células con mutaciones particularmente asociadas con el cáncer. De igual forma
descubrieron que estas mutaciones pueden aparecer desde la infancia.





Con la edad, la cantidad de las células mutadas en el esófago aumenta. Por lo tanto, los pacientes mayores de 70 años presentan una mayor concentración de dichos genes en el epitelio esofágico.





No obstante, en el estudio publicado en Nature, los expertos señalan que muchas de estos grupos de células no desarrollarán cáncer y que el riesgo de padecer tumor esofágico.



Cáncer de esófago




Conoce más sobre: Método del plato para reducir glucosa y peso en diabetes



Alcoholismo y tabaquismo agravan el riesgo





También pudieron comprobar que las personas fumadoras y que beben alcohol en exceso acelera considerablemente el proceso de mutaciones. En ese sentido, las personas con estos hábitos nocivos acumulan mutaciones y aumenta considerablemente el riesgo de tumores esofágicos.



Hasta el momento, los investigadores continúan el análisis de las alteraciones genéticas en los tejidos normales. De manera que puedan comprender completamente el papel de las mutaciones genéticas sobre los tejidos sanos.