A menudo hablamos sobre qué es ser egoísta, las características de las personas egoístas y el significado de egoísmo.
Definido por la Real Academia Española (RAE), el egoísmo es un excesivo e inmoderado amor así mismo que hace que las personas atiendan únicamente intereses propios, sin considerar a los demás.
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1. Desconfianza. Insiste en que es una persona fuerte; jamás dará indicios o muestra de vulnerabilidad; no muestra sus debilidades y es desconfiado.
2. Falta agradecimiento. No aceptan la crítica y si acaso la reciben, pocas veces tienen una reacción de empatía o amabilidad, no saben agradecer.
3. Les gusta recibir. Utiliza la manipulación y la imposición para lograr sus objetivos y están acostumbrados más a recibir más que dar.
4. "El centro del mundo". Culpa a los demás de sus errores, problemas y tiene la idea de que todo gira en torno a sus necesidades.
5. ¿Merecen todo? O al menos eso piensan, no son constantes para realizar sus actividades, les falta responsabilidad y no, piden, exigen.
6. Critican a los demás. Son personas que pueden fingir sentimientos y no son capaces de dar amistad o cariño porque no lo entienden; en algunos casos pueden ser egoístas con ellos mismos.
7. Humildad. Les resulta difícil lograr empatía y actúan con soberbia o se sienten superiores a los demás.
Reciben “su merecido”. No, no lo decimos nosotros, lo dice un estudio realizado por la Universidad Estatal de Michigan; se dice que la evolución castiga a la persona egoísta porque el egoísmo no es una condición que pueda prevalecer evolutivamente.
En cambio, cooperar tiene efectos positivos a largo plazo siempre y cuando exista una comunicación adecuada.
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¿Está en los genes? No, pero se ha utilizado el término egoísta para describir desde 1976 a los mecanismos que aseguran la conservación de genes que serán trasferidos.
Predisposición. De acuerdo con investigaciones de la Universidad de Chicago, la soledad puede conducir al egoísmo; esto, debido a que la comunicación se limita: las habilidades sociales disminuyen.
Definido por la Real Academia Española (RAE), el egoísmo es un excesivo e inmoderado amor así mismo que hace que las personas atiendan únicamente intereses propios, sin considerar a los demás.
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Egoísmo: un peligro para la convivencia
1. Desconfianza. Insiste en que es una persona fuerte; jamás dará indicios o muestra de vulnerabilidad; no muestra sus debilidades y es desconfiado.
2. Falta agradecimiento. No aceptan la crítica y si acaso la reciben, pocas veces tienen una reacción de empatía o amabilidad, no saben agradecer.
3. Les gusta recibir. Utiliza la manipulación y la imposición para lograr sus objetivos y están acostumbrados más a recibir más que dar.
4. "El centro del mundo". Culpa a los demás de sus errores, problemas y tiene la idea de que todo gira en torno a sus necesidades.
5. ¿Merecen todo? O al menos eso piensan, no son constantes para realizar sus actividades, les falta responsabilidad y no, piden, exigen.
6. Critican a los demás. Son personas que pueden fingir sentimientos y no son capaces de dar amistad o cariño porque no lo entienden; en algunos casos pueden ser egoístas con ellos mismos.
7. Humildad. Les resulta difícil lograr empatía y actúan con soberbia o se sienten superiores a los demás.
Reciben “su merecido”. No, no lo decimos nosotros, lo dice un estudio realizado por la Universidad Estatal de Michigan; se dice que la evolución castiga a la persona egoísta porque el egoísmo no es una condición que pueda prevalecer evolutivamente.
En cambio, cooperar tiene efectos positivos a largo plazo siempre y cuando exista una comunicación adecuada.
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¿Está en los genes? No, pero se ha utilizado el término egoísta para describir desde 1976 a los mecanismos que aseguran la conservación de genes que serán trasferidos.
Predisposición. De acuerdo con investigaciones de la Universidad de Chicago, la soledad puede conducir al egoísmo; esto, debido a que la comunicación se limita: las habilidades sociales disminuyen.