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5 señales de que estás reteniendo líquidos

Uno de los principales ejes de tratamiento para la retención de líquidos es la alimentación nutritiva y equilibrada.

Escrito en VIDA SANA el

¿Cómo saber si estoy reteniendo líquidos? Es una pregunta frecuente que surge principalmente ante el aumento de peso inexplicable y según la Fundación Española del Corazón (FEC) la retención de líquidos conocida con el término médico de edema, es una acumulación excesiva de líquidos en el tejido que tiene diversas causas. A continuación te presentamos las 5 señales de retención de líquidos más frecuentes.

La retención de líquidos puede afectar tanto a hombres como a mujeres y algunas de las causas son el exceso de sodio en la dieta, problemas circulatorios, insuficiencia cardiaca, enfermedades renales o enfermedades hepáticas.

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5 señales de retención de líquidos que debes identificar

El exceso de sodio ingerido a través de la dieta es una de las principales causas de retención de líquidos y genera un aumento de la retención de líquidos, siendo modificable al llevar un plan de alimentación equilibrado e indicado por un especialista en Nutrición

Cuando existe un aumento de sodio ingerido, se estimula la sensación de sed, obligando al consumo de agua para llegar a un equilibrio hídrico. Para compensar el aumento de volumen, los riñones eliminan la sobrecarga de sodio y agua a través de la orina; esto tiene como consecuencia además un incremento de la presión arterial; cuanta más sal se consuma, más agua se retiene.

Por lo anterior, la retención de líquidos puede detectarse mediante estas 5 señales:

1. Aumento inexplicable de peso

2. Hinchazón de piernas y tobillos

3. Incremento del perímetro abdominal

4. Fóvea ( es el hundimiento de la piel después de presionar con el dedo)

5. Disminución en la necesidad de orinar.

Alimentación, gran aliado contra la retención de líquidos

La FEC refiere que uno de los principales ejes de tratamiento para la retención de líquidos es la alimentación, mediante una alimentación baja en sodio e incluir alimentos frescos, hierbas, especias, limón, vinagre y aceites nutritivos:

“Debemos tener en cuenta que la mayor parte de la ingesta de sodio de nuestra alimentación no proviene de la sal de mesa, sino de los alimentos procesados. Por este motivo, es preferible consumir alimentos naturales, como son las frutas, las verduras, las legumbres, las carnes y los pescados frescos, así como debemos leer las etiquetas de los alimentos comerciales y seleccionar aquellos con menor contenido sódico”.
 

¿Mover las piernas?

Sí, mover las piernas también puede evitar o reducir la retención de líquidos además de:

- Evitar estar sentado durante periodos de tiempo muy largos

- Practicar ejercicio físico de manera regular.

Otras recomendaciones para evitar la retención de líquidos son las siguientes:

- Alimentos ricos en potasio. El potasio se encuentra en una gran variedad de alimentos naturales como legumbres, frutos secos, hortalizas como la espinaca, repollo, perejil y ciertas frutas como el plátano, la papaya y el dátil. El aumento en el consumo de potasio disminuye la tensión arterial en adultos.

- Hidratarse correctamente. Evitará el desequilibrio de líquidos  en el organismo. Se debe beber alrededor de 2.3 litros de agua al día.

- Evitar el sedentarismo. La actividad física regular también evita y reduce la retención de líquidos en el cuerpo.

Menú contra la retención de líquidos

La Fundación Española del Corazón sugiere el siguiente menú para evitar la retención de líquidos y aclara que a ningún platillo se le deber agregar sal:

Desayuno

Yogur natural. Tostadas de pan sin sal con aceite de oliva virgen. Una pieza de fruta.

Infusión con leche desnatada. Pan sin sal con queso blanco. Jugo de naranja natural.

Vaso de leche semidesnatada. Galletas tipo María. Una pieza de fruta.

Comida

Ensalada mixta. Pollo al estragón. Una pieza de fruta.

Alcachofas al vapor. Ternera a la plancha. Macedonia de frutas

Espárragos a la vinagreta. Brocheta de pavo y verduras. Una pieza de fruta.

Cena

Guisantes estofados. Merluza al papillote. Un yogur natural.

Arroz con verduras. Lenguado al horno. Una pieza de fruta.

Ensalada de tomates con albahaca. Conejo al ajillo. Manzana asada.

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Finalmente, la retención de líquidos puede ser una alerta de algunas otras enfermedades como enfermedad cardíaca, renal, hepática o estomacal. Por ello, es fundamental acudir siempre con un especialista.

Con información de: Instituto Tomás Pascual Sanz y Fundación Española del Corazón