Investigadores de la Universidad de Taiwan recopilaron datos genéticos, una amplia gama de ejercicios de salud y patrones de ejercicio de 18.424 ciudadanos taiwaneses de entre 30 y 70 años e identificaron cinco formas en que las personas que tienen fragmentos de ADN "desafortunados" pueden evitar la acumulación de "kilitos de más".
"Debido a que no se han realizado grandes estudios de asociación de todo el genoma sobre la obesidad para los chinos Han, utilizamos los pesos internos del Biobanco de Taiwán (TWB) para construir puntajes de riesgo genético (GRS) para cada medida de obesidad, y luego probar la importancia de las interacciones GRS por ejercicio", se puede leer en la página del estudio.
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Dentro de los resultados de la investigación se encontró que el ejercicio realmente funciona. Los investigadores descubrieron que los individuos propensos a engordar que trotaban regularmente eran los que más tendían a superar sus problemas de obesidad. Escalar montañas, largas sesiones de yoga, bailes de salón y caminar rápidamente o simplemente hacerlo de la manera tradicional también sirve.
¿Cuáles fueron los métodos utilizados?
Se investigaron un total de 5 medidas de obesidad, incluido el índice de masa corporal (IMC), el porcentaje de grasa corporal (BFP), la circunferencia de la cintura (WC), la circunferencia de la cadera (HC) y la relación cintura-cadera (WHR). Se realizaron un total de 550 pruebas.
"En todas las 5 medidas de obesidad, el trote regular presentaba constantemente las interacciones más significativas con los GRS. Nuestros hallazgos muestran que los efectos genéticos en las medidas de obesidad pueden reducirse en diversos grados al realizar diferentes tipos de ejercicio. Los beneficios del ejercicio físico regular son más impactantes en sujetos que están más predispuestos a la obesidad", indican los autores.
Está científicamente comprobado que la herencia representa entre el 21% y el 84% de la propensión de una persona "normal" o "promedio" a volverse obesa, por lo que todavía se puede hacer mucho para que si tus padres tenían sobrepeso, tú no sufras el mismo problema de salud.
Con información de PLOS Genetics