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Síndrome de la vagina estresada, ¿cómo saber que lo padeces?

No todas las mujeres saben que existe el síndrome de la vagina estresada, un problema que causa cambios en la salud íntima

Escrito en VIDA SANA el

Los altos niveles de estrés no solo te causan dolores musculares y problemas para dormir, también pueden afectar la salud de tu zona íntima. Conoce qué es el síndrome de la vagina estresada y cómo saber que lo padeces.

Existen algunas señales en tu cuerpo que no debes dejar pasar porque indican que tu vagina está estresada y que necesitas cambiar tu estilo de vida con el fin de reducir el exceso de tensión.

El estrés también afecta a los músculos de la pelvis, a nivel de la zona genital, lo que tiene efectos poco saludables en tus genitales y en consecuencia, en tus relaciones íntimas.  Esto es todo lo que debes saber sobre el síndrome de la vagina estresada.

Síndrome de la vagina estresada

El estrés en las mujeres puede originar cambios hormonales, alteraciones en el ciclo menstrual, problemas en el deseo sexual e, incluso, amenorrea (falta o desaparición de la menstruación), que, si se asocia a bajos niveles de estrógenos por un período muy prolongado, puede ocasionar descalcificación ósea y atrofia de los órganos genitales, afirma a 20 minutos la Dra. Paula Soriano, especialista en ginecología y obstetricia del Hospital Quirónsalud Murcia.

Por su parte, el Centro Nacional para la Investigación del Dolor Pélvico en el Reino Unido, los dolores en esta área del cuerpo femenino son causados en muchas pacientes por los altos grados de depresión, ansiedad y estrés. Esto y el aumento del cortisol, conocido como la hormona del estrés, pueden derivar en daños e irregularidades en la vagina que se manifiestan de la siguiente manera:

1. Dolores

Algunas mujeres sufren dolores muy similares a los de la menstruación como consecuencia de altos niveles de estrés y ansiedad. Esto repercute directamente en la actividad sexual, causando un sexo doloroso y molestias en la abertura de la vagina, lo que puede hacer que incluso al sentarse haya molestias. Esto se conoce medicamente como vulvodinia.

2. Cambios en el flujo vaginal

Es común detectar que el flujo vaginal aumenta o tiene una tonalidad distinta de lo normal cuando el cuerpo tiene mucho estrés y ante ello, es fundamental acudir inmediatamente al ginecólogo porque podría derivar en otras complicaciones importantes.

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3. Infecciones íntimas constantes

¿Tienes infecciones vaginales varias veces al año? Esto podría ser una señal clara de que el estrés está afectando tu salud íntima, pues es una de las principales causas del desequilibrio en la flora vaginal, es decir, las bacterias “buenas” que te protegen de enfermedades. Las infecciones constantes no son normales, así que acude con el especialista y aprende a controlar el estrés diario.

4. Picazón en la zona íntima

El estrés puede causar una picazón incontrolable en la piel del cuerpo, incluyendo la de la vulva, por lo que el exceso de comezón en esta zona podría ser otra de las señales del síndrome de vagina estresada. Si ya descartaste cualquier enfermedad o problema físico, la irritación vaginal podría ser una consecuencia de la vida agitada y estresada. 

5. Olores vaginales diferentes

Todas conocemos cuál es el aroma habitual de nuestra vagina y en cuanto se presenten algunos olores intensos y desagradables, podría tratarse de una infección provocada por bacterias y hongos que proliferan debido a los altos niveles de estrés que debilitan la flora vaginal

Más allá de averiguar si estas molestias se presentan por el estrés o no, es importante que acudas al ginecólogo ante las primeras señales de que algo no anda bien, como los cambios en el flujo y el aroma vaginal, así como el dolor durante las relaciones sexuales o simplemente al estar sentada.

Si notas que estos cambios en la vagina aparecen en cuanto sufres de altos niveles de estrés, es fundamental que hagas cambios en tu vida para intentar controlarlo, como generar espacios de relajación donde practiques actividades que te den calma, como hacer ejercicio, aprender a tocar un instrumento, pintar, tejer o cocinar. La meditación y las técnicas de respiración también serán fundamentales para sentirte relajada.

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