Los organoides son versiones milimétricas de los órganos humanos fabricados mediante cultivo celular en un laboratorio.
Dichas estructuras sirven para estudiar enfermedades o para probar medicamentos y se trata de un avance científico que da pasos agigantados desde 2008.
Algunos de los órganos convertidos en organoides son el pulmón, el hígado, el intestino, el páncreas, la próstata o el cerebro.
El científico Alberto Zambrano, experto en minipulmones artificiales explicó a EFE cómo funcionan los organoides, cuál es su función y cuáles son sus limitaciones hasta ahora.
¿Organoides, humanoides? Ciencia del futuro que no es ficción
Los organoides son células tridimensionales que replican el mecanismo de un órgano y se crean principalmente a partir de células troncales embrionarias y de células troncales pluripotentes, que pueden autoorganizarse y crecer en esos cultivos 3D.
Las células embrionarias se encuentran en el embrión y se obtienen después de la fecundación en el óvulo y las pluripotentes se obtienen a partir de células de un tejido concreto y se reprograman. La característica principal es que pueden convertirse en cualquier tipo de célula.
El primer organoide se conoció en 2008 y fue del córtex cerebral gracias al equipo de Yoshiki Sasai y su equipo de investigación en Japón. Demostraron que las neuronas corticales fueron funcionales, trasplantables y capaces de formar conexiones adecuadas de largo alcance.
Zambrano señala que los organoides son el futuro y que, aunque parezca ciencia ficción no lo son. Las principales implementaciones son:
- Modelización de enfermedades
- Evaluación de fármacos y compuestos novedosos
- Medicina regenerativa
(Foto: Especial)
Entre los múltiples estudios que se han hecho con organoides destacan los siguientes:
- Un equipo de la Universidad de Cambridge creó miniplacentas para ahondar más en su desarrollo durante la gestación, la preeclampsia y la muerte fetal.
- Zambrano y sus investigadores crearon minipulmones para profundizar el estudio de cualquier enfermedad respiratoria crónica, rara o infecciosa.
- El equipo de Cambridge y la Facultad de Medicina de Hannover crearon minihígados para estudiar una enfermedad hepática rara.
- En el Hospital Universitario de Düsseldorf, científicos crearon minicerebros que eran capaces de desarrollar copas ópticas.
- En la Universidad de Standford, científicos implantaron organoides de cerebros humanos en ratas recién nacidas e influyó en su conducta.
En cuanto a las limitaciones, los científicos dicen que es evidente que la funcionalidad de los organoides nunca se va a poder equiparar con la del desarrollo embrionario humano pero que, gracias a la ciencia, se están acercando bastante a eso.
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(Con información de EFE)