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Los hábitos de hoy determinarían nuestra salud en el futuro

El doctor en Ciencia de Alimentos por la University of British Columbia, Guillermo Arteaga, indica que la alimentación del presente repercutiría años más tarde.

Escrito en VIDA SANA el

La alimentación es una necesidad básica del ser humano y en palabras del doctor en Ciencia de Alimentos por la University of British Columbia, Guillermo Arteaga MacKinney, los humanos, como animales que somos, necesitamos ingerir nutrimentos. Si no los consumimos, no vamos a sobrevivir. Sin embargo, comer productos que no aportan lo que nuestro organismo necesita puede llevar al sobrepeso, la obesidad y los padecimientos que vienen con estas dos afecciones.

Es conocido que la alimentación va más allá de lo biológico y el también profesor investigador de la Universidad de Sonora detalla que se trata de un proceso social, en donde las personas encuentran en la comida un lugar para reunirse.

No hay tantos anuncios que promocionen una comida saludable

Los medios de comunicación, menciona Arteaga MacKinney, juegan un papel muy importante en la sociedad debido al enorme número de personas que reciben mensajes por medio de estas herramientas, pero actualmente no se nos “bombardea” con la importancia de comer frutas, verduras y otros productos saludables y sí con los refrescos, la comida “rápida” y las bebidas con exceso de azúcar.

“¿Por qué comemos lo que comemos?: Uno, porque está disponible. La disponibilidad es una parte importante, pero la educación es un tema que lleva más tiempo. Cuando uno tiene esta conciencia tiende a no necesitar estas prohibiciones. Lo prohibido siempre se suele hacer más atractivo”, comenta el doctor para SuMédico.

De acuerdo con el Laboratorio de Datos Contra la Obesidad, siete de cada 10 mexicanos padecen esta condición o sobrepeso y esto puede verse reflejado en varios ámbitos, ya que ambas condiciones incrementan el riesgo de que una persona presente paro cardíaco, diabetes, hipertensión, dislipidemias, cáncer y enfermedades cardiovasculares.

“Ahorita está la parte de los sellos de exceso (que se colocan en los empaques de los alimentos procesados), pero yo no he visto anuncios en medios de comunicación explicando por qué se usan, cómo pueden ser utilizados por las personas. Aparecieron y no hubo una comunicación. Creo que necesitamos mucho fomento a otros alimentos. ¿Cuántos comerciales has visto sobre promoción del consumo de brócoli, de calabacitas o frutas? No hay, pero sí del consumo de otros productos. Ahí sí se tiene este bombardeo”, resalta el experto.

Un problema que se ha incrementado con el paso de los años

La Organización Mundial de la Salud (OMS) informa que la obesidad ha crecido año con año, ya que desde 1975 hasta 2016, la prevalencia de niños y adolescentes con sobrepeso u obesidad de 5 a 19 años subió más de cuatro veces: del 4% al 18% a nivel mundial. Por su parte, la UNICEF advierte que en 2021 hay 39 millones de niños menores de 5 años afectados por el sobrepeso.

Los padres como herramienta de marketing para una alimentación saludable

En el marco del Día Mundial de la Nutrición, conmemorado el 16 de octubre, el doctor Arteaga MacKinney menciona que los alimentos no deberían prohibirse, pero no solo se debería decir “esto es lo malo”, si no comunicar: “si no vas a consumir esto, estas son las opciones que tienes”.

“También lograr que haya disponibilidad y que quizás haya un mejor precio de lo saludable. De repente sale más caro comer saludable. Los productos frescos tienen corta vida de anaquel, entonces aún en México, que es un país donde por el clima tenemos una disponibilidad de alimentos grande, una manzana puede tener un mayor precio que una bolsa de papitas”, comenta el especialista.

Lo grave es que el pastelillo o las papitas son ingeridas por las personas una vez que les quitan las envolturas y en el caso de las calabacitas, por ejemplo, se tienen que limpiar, pelar, alguien las tiene que hacer y el tema de la preparación está más involucrado.

“Fomentar en la familia, buscar si la mercadotecnia funciona para otros alimentos… si tiene un impacto con los no saludables, ¿por qué no también que funcione para los alimentos que debemos promover como frutas y verduras frescas?”, plantea el doctor MacKinney.

El entorno familiar tiene una gran responsabilidad y fomentar que todos cocinen, que se prueben alimentos diferentes, una facilidad en la obtención de los alimentos saludables y la preparación de los mismos también es de gran relevancia para una buena alimentación.

“Como papás debemos entender que la alimentación de nuestros hijos es fundamental y los va a marcar para el resto de sus vidas, ya sea para bien o para mal. Se debe poner atención a la parte del ejemplo: si decimos que no tomen refresco, nosotros tampoco deberíamos hacerlo. El ejemplo educa mucho más que cualquier tipo de castigo”, indica el también colaborador del Laboratorio de Datos vs la Obesidad.

Se trata de un cambio complicado si se considera que muchas personas no tienen los recursos, ni la información, un tipo de educación formal o el acceso a internet, pero esto no significa que todo esté perdido.

“El gobierno debe tener un rol de no solamente buscar el tema de la disminución de la pobreza extrema y el hambre en México, sino de abatir la prevalencia del sobrepeso y la obesidad. Muchas veces nuestros propios políticos no ponen el ejemplo. Nos falta ponerle más interés, nos preocupa la falta de medicamentos, de infraestructura, pero en 20 años los jóvenes de ahorita pueden tener más diabetes o cáncer”, explica.

A nivel personal se debe buscar prevención, pero también a nivel social se debería fomentar el cuidado con esquemas novedosos.

“Cuidarte, ir al gimnasio, hacer ejercicio es una inversión. ¿Por qué no buscar algún tipo de esquema donde si tú te cuidas tengas algún beneficio en términos de menos impuestos? Pienso que se ha hecho en otros países con éxito. Necesitamos algo que impulse a las personas a que se cuiden y vean por una buena alimentación”, concluye el especialista.