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Lo que debes saber acerca de los quistes cutáneos o de la piel

Los quistes cutáneos suelen confundirse con bolitas de grasa pero no tienen nada que ver, por ello, es fundamental aprender a reconocerlos

Escrito en VIDA SANA el

Notar que aparecen pequeños bultos en la piel puede hacernos pensar que estamos desarrollando verrugas o bolitas de grasa, sin embargo, no siempre es así y, de hecho, en la mayoría de los casos se trata de quistes cutáneos o quistes epidermoides. ¿Qué son y cómo tratarlos? A continuación, te decimos todo lo que debes saber sobre estas protuberancias.

En algún momento de la vida todos hemos notado un pequeño bulto en la piel y generalmente corresponden a quistes cutáneos, unas bolitas benignas y que en la mayoría de los casos, no generan complicaciones.

Así que si notas una o varias protuberancias en la piel pero no estás seguro de lo que sea, te compartimos las características de los quistes cutáneos y lo que debes hacer al identificarlos.

Quistes cutáneos

Los quistes cutáneos, también conocidos como quistes epidermoides son protuberancias o sacos cerrados bajo la piel que normalmente están llenos de células muertas de la piel. La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., indica que son muy comunes y aunque se desconoce su causa, se sabe que surgen como consecuencia de una piel que se dobla sobre sí misma y permite que células muertas se desplacen más profundamente dentro de la piel y se multipliquen en lugar de desprenderse.


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Pueden aparecer en cualquier parte de la piel, pero son más comunes en zonas como el rostro, el cuello y el tronco. Crecen lentamente y a menudo, no causan dolor ni otras molestias, por lo que se requiere un tratamiento únicamente por motivos estéticos. Puedes reconocer los quistes cutáneos de otras lesiones en la piel por las siguientes características, de acuerdo a expertos de Mayo Clinic:

1. Es un bulto pequeño y redondo debajo de la piel.

2. Puede aparecer una pequeña espinilla negra que tapa la abertura central del quiste.

3. Sale una sustancia espesa, de color amarillo y con mal olor del quiste.

4. Hay enrojecimiento, inflamación y sensibilidad en la zona, especialmente si el quiste está infectado.

5. La piel de la zona cercana al bulto se siente caliente.

En la mayoría de los casos, los quistes cutáneos o epidermoides no causan problemas ni necesitan tratamiento, pero se debe consultar al médico si empiezan a aparecen otras complicaciones, como un crecimiento rápido del bulto, una ruptura del mismo que causa mucho dolor o se infecta y también se aparece en zonas como los dedos de las manos o los pies.

¿Cómo tratarlos?

Como ya mencionamos, no suele ser necesario recibir un tratamiento si no causa molestias, pero hay formas de eliminarlo si nos causa inseguridad en la apariencia física. Entre las formas de combatirlo más frecuentes se encuentran las inyecciones de medicamentos que reducen la inflamación de la zona, las incisiones para drenar el contenido del quiste o la cirugía menor que permite retirar la totalidad del quiste.

Ya sea que quieras o no eliminar los quistes cutáneos, es fundamental que tengas algunos cuidados para no empeorar la situación y favorecer infecciones, por lo que se recomienda nunca apretar los quistes o reventarlos con las manos y procurar poner un trapo húmedo y caliente sobre la zona para ayudar a que se drene y se cure por si solo.

Si en tu familia hay antecedentes de quistes en la piel debes estar muy al pendiente, pues es probable que tú también los desarrolles. De igual manera, si padeces trastornos genéticos poco frecuentes o sufres de heridas y lesiones en la piel constantemente, estás en mayor riesgo. Consulta al dermatólogo ante cualquier protuberancia rara que aparezca. 

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