Como era de esperarse, luego de ser aprobado el nuevo etiquetado de alimentos y bebidas, diversos posicionamientos surgen, y es que, es bien sabido el nuevo etiquetado no será la medida idónea y suficiente para resolver la problemática de sobrepeso, obesidad y diabetes mellitus en México.
Actualmente, México cursa con un estado de emergencia epidemiológica con relación al sobrepeso, obesidad y enfermedades crónicas no transmisibles (ECNT), pues, según la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición de Medio Camino 2016, siete de cada 10 adultos tienen sobrepeso y obesidad, así como tres de cada 10 niños y cuatro de cada 10 adolescentes.
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Nuevo etiquetado de alimentos no es suficiente
En ese sentido, Carlos Labastida Villegas, director del Programa Universitario de Alimentos (PUAL) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), refirió que el nuevo etiquetado de alimentos es solamente un elemento dentro de la fase de consumo, pero existen otros elementos que demandan atención y agregó:
“Se deben tomar decisiones en distintos ámbitos y niveles, como promover la salud alimentaria en las escuelas, impulsar programas en contra de la vida sedentaria y revisar los mecanismos publicitarios que favorecen la compra de alimentos y bebidas preenvasados”.
Labastida Villegas además indicó que también es necesario involucrar más a la sociedad en la toma de decisiones de consumo pues:
“Finalmente cada individuo decide qué comer o beber”.
Urge política alimentaria
El director del PUAL subrayó que existen aspectos que hacen necesario el establecimiento urgente de una política alimentaria nacional, integral y coordinada, como son:
- La producción
- Poscosecha
- Distribución
Transporte hacia centros de venta y consumo.
Al respecto, Laura Beatriz Montes de Oca Barrera resaltó que la problemática que enfrenta el país sólo ha sido enfrentada desde una óptica económica y no de salud pública como explicó:
“Los gobernantes deberán asumir el costo de implementar medidas regulatorias efectivas para transformar los ambientes obesogénicos en saludables”.
Además, los empresarios deberán tomar la responsabilidad del costo económico al “cambiar una receta basada en la lógica de la competencia y la ganancia limitada”.
Los consumidores además tendrán que informarse de forma responsable y adquirir productos que no representen un riesgo para su salud.
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Nuevo etiquetado
Sobre el nuevo etiquetado, Labastida destacó que el exceso de calorías, azúcares, grasas saturadas, grasas trans y sodio tienen gran impacto en el sobrepeso y la obesidad, por ello, también refirió que, si determinados productos o bebidas son altos en esos elementos, unos sellos dispuestos al frente de los envases informarán a los consumidores de manera directa y sencilla:
“De esta manera, será consiente de que el consumo más o menos constante le puede ocasionar, a la larga, problemas de salud, y así decidir si los compra o no, sin necesidad de hacer un análisis detallado de los gramos de cada nutrimento que contiene”.