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Un gen podría hacer que las personas opten por comida grasosa y azucarada

Nuevos estudios confirman la relación de la genética con la tendencia a lo grasoso y azucarado

Escrito en VIDA SANA el

En investigaciones con ratones, científicos de la Universidad Metropolitana de Osaka, Japón, han descubierto un gen que se manifiesta en la mayoría de las neuronas y que podría ser el responsable de que las personas optemos por comer alimentos no saludables, como:

  • grasas y
  • azúcar

De acuerdo con los hallazgos reportados, la inactivación de ese gen es el que provoca que tengamos demasiado apetito, mucho más de lo normal y sobre todo de comida grasosa y dulce.  

Esto quiere decir que comer de más puede tener una causa provocada por un gen.

Gen inactivado provoca gustos culposos

Los resultados de este estudio fueron publicado en “FASEB Journal” https://doi.org/10.1096/fj.202200617R y la investigación fue encabezada por Shigenobu Matsumura, quien dijo que este trabajo reveló el papel que desempeña el gen CDTC1 y el procedimiento que nos provoca comer en exceso alimentos grasientos y azucarados.

Esto no quiere decir que el gen en sí mismo provoque lo anterior si la dieta que se consume no es alta en grasas y azúcares, pero si sí lo es, la falta del gen hará que las personas busquen mucho más ese tipo de comidas.

Difundida en el medio 20 minutos, esta investigación señala que cuando a los ratones se les alimentó con una dieta estándar, los ratones sin CRTC1 en las neuronas que expresan MC4R no mostraron cambios en el peso corporal en comparación con los ratones de control.

Sin embargo, cuando los ratones deficientes en CRTC1 se criaron con una dieta rica en grasas, comieron en exceso, se volvieron significativamente más obesos que los ratones de control y desarrollaron diabetes.

El doctor Matsumura ha señalado que confía en que este estudio ayude a comprender mejor las causas de que la gente coma en exceso. Sin embargo, el CRTC1 se expresa en todas las neuronas del cerebro y las neuronas específicas responsables de suprimir la obesidad todavía no están claros.

Otros estudios previos ya daban cuenta de cierta relación de la genética con el problema de la obesidad. Científicos de diversas instituciones y miembros del Consorcio de Investigación Genética de Rasgos Antropométricos (GIANT), analizaron muestras genéticas de más de 300,000 personas, con objeto de analizar la variación genética y su relación con la obesidad.

Los resultados revelaron más de 140 posiciones en todo el genoma que influyen en algunos rasgos de la obesidad, tres veces más que las conocidas hasta ese momento.

A cintura más grande mayor riesgo de diabetes

 En el primer estudio reportado por la revista Muy interesante, los expertos analizaron dónde se almacenaba la grasa en el cuerpo, concretamente centrándose en la medida de la circunferencia de la cintura y la cadera.

Se llegó a la conclusión de que tener la cintura más grande que la cadera hace a las personas más propensas a sufrir trastornos metabólicos como la diabetes o problemas cardiovasculares.

Los resultados mostraron que las localizaciones genéticas asociadas con depósitos de grasa se vinculaban con genes previamente relacionados con la creación del tejido adiposo o grasa.

En el segundo estudio, tras idénticas pruebas, descubrieron 97 regiones en el genoma que influían en la inclinación hacia la obesidad.

“Nuestro trabajo demuestra claramente que la predisposición a la obesidad y el aumento del Índice de Masa Corporal no se debe a un solo gen o cambio genético.

"El gran número de genes implicados hace menos probable que una sola estrategia funcione para todo el mundo”, explica Elizabeth Speliotes, bioinformática de la Universidad de Michigan y líder del segundo estudio.

(Con información de 20 minutos y Muy Interesante)