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Dormir menos te llevaría a comer alimentos poco saludables: estudio

Los esfuerzos de promoción de la salud deberían incluir la difusión de mensajes que promuevan el descanso óptimo, indican los autores de la investigación.

Escrito en VIDA SANA el

¿Te ha pasado que duermes mal y al otro día comes más tacos, tortas, refrescos y comidas poco saludables?  Quizá no le des tanta importancia y lo asocies al antojo, pero en palabras de investigadores de la División de Medicina del Comportamiento y Psicología Clínica del Cincinnati Children’s Hospital, el Departamento de Psicología del Brigham Young University y el Departamento de Psicología del Children’s Hospital of St. Louis, las consecuencias de dormir mal irían más allá de solo sentirse cansados al otro día y tendrían que ver también con la forma en la que nos alimentamos.

Su investigación fue publicada el 17 de diciembre de 2021 en el journal Sleep y esto es lo que mencionan los autores al respecto.

Consecuencias de dormir mal: mal sueño = peores decisiones alimenticias

La finalidad del estudio sobre las consecuencias de dormir mal y las decisiones alimentarias al día siguiente fue examinar cómo el sueño corto perjudica el consumo de alimentos en la adolescencia y si tiene que ver con los tipos de comida, el contenido de macronutrientes y el momento en el que se come.

Para descubrir si existe alguna relación, los investigadores analizaron a 93 adolescentes y compararon cinco noches de sueño breves (6.5 horas de sueño) con cinco noches de sueño adecuado (9.5 horas). A los chicos, por su parte, se les pidió completar tres recordatorios sobre lo que comieron registrando cantidad, el momento en el que los consumieron y el tipo de las comidas ingeridas.

Se descubrió que las consecuencias de dormir mal no solo repercuten en el estado de ánimo de los jóvenes, sino que también se ven relacionados con el consumo de comida considerada “no saludable”.

“Cuando el descanso fue corto (6 horas o menos), los jóvenes consumieron una mayor cantidad de carbohidratos y azúcares agregados, ingirieron comidas con mayor carga glucémica, se hidrataron más con bebidas dulces y consumieron una menor cantidad de verduras/frutas en comparación con el registro que se tuvo cuando hubo un buen descanso (9 horas)”, escribieron los especialistas.

En sus palabras, los resultados de esta investigación sobre las consecuencias de dormir mal y la alimentación al día siguiente sugieren que los jóvenes que no descansan una cantidad suficiente de horas muestran patrones dietéticos que pueden incrementar su riesgo de tener obesidad, sobrepeso y peores resultados cardio-metabólicos.

“En el futuro, los esfuerzos de promoción de la salud deberían incluir la difusión de mensajes que promuevan el descanso óptimo”, concluyeron.