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Diferencias en las arrugas de una persona que fuma y una que no

Estudios demostraron que las arrugas de una persona que fuma le dan un aspecto diferente, tanto, que hay un término conocido como "cara de fumador"

Escrito en VIDA SANA el

Se sabe que el cigarro daña de forma permanente muchos órganos, pero hay uno donde causa un daño que se nota a primera vista: la piel. ¿Sabías que hay diferencias en las arrugas de una persona que fuma y una que no? De hecho, por años ha existido un término denominado “cara de fumador”, para hacer referencia a los cambios en la piel del rostro causados por el tabaquismo.

Estudios han demostrado que un fumador desarrolla algunas modificaciones en las arrugas de su piel, lo que hace que sean distintas de las de alguien que no fuma.

Así que si no has podido dejar de fumar o te parece que no pasa nada al hacerlo, te damos más de una razón para pensarlo dos veces y considerar empezar a reducir los cigarros que enciendes todos los días.

Diferencias en las arrugas de una persona que fuma

Un estudio publicado en la revista PLOS Genetics determinó que fumar en exceso puede tener un efecto negativo sobre el envejecimiento facial, aumentando la cantidad de arrugas y haciendo que aparezcan a una edad prematura. La investigación realizada por expertos de la Universidad de Bristol en Reino Unido, demostró que un fumador parece mayor que su edad real y posee variantes genéticas que no tienen las personas no fumadoras.

“Fumar reduce la cantidad de oxígeno que llega a tu piel. Esto significa que, si fumas, tu piel envejece más rápidamente y se ve gris, sin brillo. Las toxinas en tu cuerpo también causan celulitis. Fumar envejece prematuramente tu piel entre 10 y 20 años y hace que sea tres veces más probable que tenga arrugas faciales, particularmente alrededor de los ojos y la boca. Fumar incluso te da una tez pálida, gris amarillenta y mejillas huecas, lo que puede hacer que te veas demacrado”, explica la investigadora Lousie Millard, autora del trabajo.

Esto significa que las arrugas de una persona que fuma son más acentuadas o profundas que las del resto de las personas, aparecen mucho antes y se les puede observar más concentradas en determinadas zonas, como el contorno de los ojos (patas de gallo) y las del contorno de los labios (código de barras).

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¿Por qué el cigarro causa arrugas?

Expertos de Mayo Clinic señalan que el tabaquismo puede acelerar el proceso normal de envejecimiento de la piel y contribuir a la formación de arrugas. Estos cambios en la piel pueden ocurrir después de tan solo 10 años de fumar y cuantos más cigarrillos se fumen, más riesgo hay de tener arrugas en la piel del rostro y otras partes del cuerpo como la parte interna de los brazos.

Esto sucede debido a que la nicotina de los cigarros estrecha los vasos sanguíneos que se encuentran en las capas más superficiales de la piel, lo que afecta el flujo sanguíneo y hace que la piel no reciba suficiente oxígeno y nutrientes importantes, como la vitamina A.

Las sustancias químicas del humo del cigarro también dañan el colágeno y la elastina, fibras que le aportan elasticidad a la piel, por lo que el rostro empieza a verse flácido y con arrugas profundas. Además, estar cerca del calor que producen los cigarros encendidos y las expresiones faciales que se hacen al fumar, por ejemplo, fruncir los labios al inhalar y entrecerrar los ojos para exhalar el humo, son factores que contribuyen a la formación acelerada de las arrugas alrededor de los ojos y los labios.

Ya lo sabes, dejar de fumar no solo te pone a salvo de enfermedades respiratorias y cardiovasculares, también evita que tengas “cara de fumador”, con marcas de expresión profundas y a una edad temprana. Si no quieres tener las arrugas de una persona que fuma, deja ese mal hábito cuanto antes y si te cuesta trabajo, nunca dudes en buscar ayuda profesional.

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