En la mayoría del país hace mucho calor por lo que dormir durante la noche puede ser todo un reto, es por eso que a continuación, te dejamos algunos consejos que pueden ayudarte.
Las altas temperaturas nocturnas pueden convertir el sueño en una batalla frustrante, afectando nuestra productividad y salud. Según la National Sleep Foundation, cuando la temperatura ambiental supera los 24°C, nuestro cuerpo tiene dificultades para alcanzar el estado de termorregulación necesario para dormir profundamente.
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¿Qué consejos ayudan a poder dormir durante la noche en temporada de calor?
Existen estrategias avaladas por especialistas del sueño para combatir el calor durante la noche, sigue los siguientes consejos:
- Regula la temperatura corporal antes de dormir
Bañarte con agua tibia (no fría) 90 minutos antes de acostarse ayuda a engañar al termostato interno del cuerpo. Cuando salimos del agua, la evaporación residual en la piel produce un efecto refrescante que facilita la disminución de la temperatura corporal central, señal clave para iniciar el sueño.
Investigadores de la Universidad de Texas recomiendan sumergir los pies en agua fresca durante 10 minutos si el calor es extremo, ya que esta zona corporal contiene importantes puntos termorreguladores.
- Optimiza tu entorno de sueño
La elección de textiles para la cama marca una diferencia crucial: opta por sábanas 100% algodón o tejidos técnicos de enfriamiento como el Tencel, que absorben hasta un 50% más de humedad que el poliéster. Un estudio del Instituto del Sueño de Barcelona demostró que usar fundas de almohada con tecnología de fase cambiante reduce la temperatura superficial hasta 2°C.
Coloca ventiladores estratégicamente para crear corrientes cruzadas, pero evita que el aire impacte directamente sobre tu cuerpo para prevenir contracturas. Las cortinas blackout no solo bloquean la luz, sino que pueden reducir hasta 5°C la temperatura en tu dormitorio si se mantienen cerradas durante el día.
- Hidrátate inteligentemente
Mantener una hidratación adecuada es crucial, pero el timing lo es más: consume la mayor parte de tus líquidos durante el día y reduce la ingesta 2 horas antes de dormir para evitar viajes nocturnos al baño. La Universidad de Harvard recomienda infusiones frías de menta o manzanilla sin cafeína, que además de hidratar tienen propiedades relajantes. Incluye alimentos ricos en agua como sandía o pepino en la cena, pero evita comidas picantes o muy proteicas que aceleren el metabolismo y generen calor interno. Un truco probado por atletas: coloca una botella de agua congelada junto a la cama para beber pequeños sorbos si despiertas con sed.
- Adapta tu rutina nocturna
Los especialistas del Centro de Trastornos del Sueño de la UNAM sugieren retrasar ligeramente la hora de acostarse cuando hace mucho calor, esperando a que la temperatura ambiental baje naturalmente. Practica técnicas de respiración 4-7-8 (inhalar 4 segundos, retener 7 y exhalar 8) que, según la American Sleep Association, reducen la frecuencia cardíaca y la temperatura corporal. Viste pijamas holgados de fibras naturales o duerme sin ropa para facilitar la disipación del calor.
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