Fernanda Jarillo Hernández hace flexiones hacia adelante, estira sus brazos, sus piernas, mueve todo su cuerpo en su clase de yoga. Quien la observa hacer ejercicio no pensaría que tiene 99 años de edad.
Fernandita, como le dicen de cariño sus compañeras de clase, asiste desde hace 23 años, dos veces por semana, al Centro de Seguridad Social Azcapotzalco del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS).
“Me gusta venir al ejercicio para distraerme y para estar un poco sana. Me pone contenta que ya voy a ver a mis amigas y todo”, comenta ella sonriente, ya que toda su vida ha sido muy trabajadora, le gusta estar activa y ser autosuficiente.
El yoga es una actividad física recomendable para las personas de la tercera edad, ya que les ayuda a mejorar su flexibilidad, su equilibrio, a tener mejor memoria, a disminuir el estrés, así como a evitar los sentimientos de depresión y ansiedad.
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Tenis blancos, pantalones del mismo color y un suéter color crema son la vestimenta que usa Fernandita para hacer yoga. Una de sus cuatro hijos, Elvira Sánchez, es quien la lleva hasta el CSS Azcapotzalco, en donde tiene muchas amigas, además de que las maestras y los trabajadores del lugar también la aprecian.
“Yo me siento muy bien viniendo aquí a este Centro, lo siento como si fuera mi casa. Yo invito a todos los adultos mayores a que vengan a hacer ejercicio por su salud. Gracias al Seguro Social porque me hace muy feliz hacer yoga”, enfatiza Fernandita.
Ella hace algunas de las posiciones de yoga en una silla y hace las posiciones acorde a su edad, pero siempre con alegría, actitud positiva, buen humor, dinamismo y con las ganas de vivir que la caracterizan.
Esteban de la O, administrador del CSS Azcapotzalco, explica que a los adultos mayores les beneficia asistir a este espacio porque se sienten incluidos en las actividades que les gustan, además, les ayuda a ser más productivos y a socializar con otras persona.
El CSS Azcapotzalco tiene una población usuaria de aproximadamente 8 mil 800 alumnos, 85% son adultos mayores, quienes participan en cursos de corte y confección, cocina, yoga, danza regional, acondicionamiento físico, Tai chi y computación, entre otras.
Por ejemplo, asistir a clases de yoga le ha ayudado a Fernandita a mejorar su salud física y emocional, ya que dice que es muy nerviosa y necesita estar haciendo algo. Asimismo, le ha permitido tener una red de apoyo social.