De acuerdo con un estudio de la Universidad de Buffalo (Estados Unidos), es posible contrarrestar la fatiga extrema ocasionada por la esclerosis múltiple por medio de un cambio en nuestros hábitos de la vida cotidiana.
La investigación piloto incluyó a 18 personas con Esclerosis Múltiple Progresiva (EM) que participaron en un estudio longitudinal prospectivo de fatiga luego de una intervención multimodal basada en la dieta que incluyó ejercicio, estimulación eléctrica neuromuscular y reducción del estrés.
Si bien se trata de una enfermedad sin cura, el objetivo de la investigación fue disminuir ciertos episodios o brotes.
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Por ello, para contrarrestar el cansancio, los autores recomiendan una dieta alta en frutas y verduras, alentando el consumo de proteínas animales y vegetales y excluyendo alimentos con granos, lácteos y huevos que contienen gluten.
¿Cómo se llevó a cabo la investigación?
"La fatiga se midió en la Escala de gravedad de la fatiga (FSS) al inicio del estudio y cada 3 meses durante 12 meses. Se obtuvo un perfil lipídico que consiste en colesterol de lipoproteínas de alta densidad (HDL-C), colesterol de lipoproteínas de baja densidad (LDL-C), colesterol total (TC) y triglicéridos (TG) en muestras de sangre en ayunas al inicio y a los 12 meses.
Los datos se obtuvieron durante un ensayo piloto de Fase 1 de una intervención multimodal integrada de 12 meses basada en la dieta (dieta de estudio, ejercicio, estimulación eléctrica neuromuscular, reducción del estrés) sobre fatiga en N = 20 pacientes con EM progresiva.
Para este subestudio, los participantes con datos de perfil lipídico al inicio y a los 12 meses se incluyeron para el análisis (n = 18). Se excluyeron dos participantes, uno que no completó el estudio debido al deterioro cognitivo a los seis meses y otro que carecía de datos de perfil lipídico a los 12 meses", se puede leer en el Journal PLOS One.
Además del cambio de alimentación, a los participantes se les diseñó a cada uno un programa de ejercicios en el hogar que incluía estiramientos y ejercicios de fortalecimiento para los músculos de las piernas y el tronco. La mayoría de los ejercicios de fortalecimiento se realizaron junto con la estimulación eléctrica neuromuscular (programa NMES de ejercicios) para facilitar la contracción y el movimiento muscular.
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La fatiga se midió en la Escala de gravedad de la fatiga (FSS) al inicio y a los 3, 6, 9 y 12 meses. La discapacidad fue evaluada utilizando la Escala de estado de discapacidad expandida de Kurtzke (EDSS) por el neurólogo del estudio al inicio del estudio y a los 12 meses.
Los valores del índice de masa corporal (IMC) se calcularon a partir de las medidas de peso y altura correspondientes como la relación de peso en kg al cuadrado de la altura en metros.
Los resultados:
Se llegó a la conclusión de que las variables del perfil lipídico se asocian con mejoras en la fatiga en pacientes con Esclerosis Múltiple progresiva en una intervención multimodal basada en la dieta.
Con información de Plos One