Un nuevo prototipo de inyección sin agujas ha sido creado por científicos mexicanos. El equipo de científicos está conformado por el doctor Juan Pablo Padilla, científicos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Electrónica (INAOE), científico de la Benemérita Universidad Autónoma de Puebla (BUAP) y a los estudiantes Aletvia Cuetlach, Carla Berrospe y Rafael Zaca.
Si bien las jeringas, agujas y otros perforadores de la piel que se utilizan con propósitos médicos pueden causar daños, hay especificaciones para pacientes, personal de salud y comunidad en general que hacen segura esta práctica; el temor de las personas es el dolor que genera una inyección.
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Inyección sin agujas será una realidad
Al respecto, científicos del Instituto Nacional de Astrofísica, Óptica y Eléctrónica (INAOE) han creado un prototipo que aprovecha la tecnología láser para disparar líquidos a una velocidad tan alta que perfora la piel sin dolor.
El líder de los científicos creadores del nuevo dispositivo, Rubén Ramos García, refiere que el aparato funciona mediante el uso de un láser infrarrojo, cuyo haz de luz se enfoca en una solución especial a base de agua para aumentar su temperatura y explica:
“Básicamente se logra que el líquido supere el punto de ebullición y llegue a 300 grados centígrados, el fenómeno ocurre tan rápido que el agua no tiene tiempo de hervir y se genera el llamado súper calentamiento, en el que la solución se transforma en vapor de manera explosiva en aproximadamente 20 a 50 micro segundos. De esta manera se forma una burbuja que se expande y desplaza el líquido objetivo hacia afuera de un contenedor”.
El fenómeno ocurre con gran velocidad, por ello, se utilizó una cámara ultra rápida que realiza entre 100 mil y medio millón de tomas por segundo, la cual hizo posible observar con detalle la forma del chorro para analizar la velocidad del líquido expulsado por la burbuja.
Con el objetivo de que el fluido salga disparado del prototipo se adaptó un pequeño canal, al cual se le redujo su diámetro para incrementar la velocidad de escape hasta 100 metros por segundo.
Ramos García destacó también:
“La capa externa que nos protege del medio ambiente se llama ‘stratum corneum’ y tiene diversos grosores según la parte del cuerpo, desde 10 hasta 100 micrómetros. Con los 100 metros por segundo logrados hasta ahora, en un solo disparo se puede penetrar hasta medio milímetro, hemos llegado a dos milímetros de profundidad con 5 disparos, lo cual es ideal para suministrar vacunas, inyectar insulina para personas con diabetes o incluso hacer tatuajes“.
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Avances. Los investigadores actualmente trabajan para cambiar el láser por uno de fibra, cuyo grosor es el de un cabello y que el diseño separe térmicamente el medicamento del líquido caliente para evitar daños en medicamentos termosensibles.
Finalmente, el temor para muchas personas es que los especialistas prescriban un tratamiento inyectable, pese a que la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha definido a la inyección segura como aquella que no provoca daño al que la recibe, ni al personal de salud, ni a la comunidad y ha establecido acciones específicas que hacen de la inyección un tratamiento seguro pero doloroso.