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¿Cómo limpiar la casa después de una enfermedad?

Limpiar el hogar después de que una persona enferma transitó por ella es fundamental, pero muchas personas no saben hacerlo adecuadamente

Escrito en VIDA SANA el

Limpiar el hogar después de que una persona enferma transitó por ella es fundamental, pero muchas personas no saben hacerlo adecuadamente y se arriesgan a una enfermedad más adelante. Afortunadamente, existen formas de desinfectar la casa que te pueden ayudar a protegerte.

¿Cuáles son las formas de desinfectar la casa que debes conocer? Aquí te decimos.

¿Buscas formas de desinfectar la casa? 5 tips para hacerlo

Primero que nada, es importante que sepas la importancia de una desinfección regular en el hogar. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) apuntan que la limpieza regular ayuda a detener la propagación de gérmenes que pueden enfermarte como Shigella, Giardia y norovirus.

Los CDC precisan que la limpieza, la sanitización y la desinfección no son lo mismo. En el caso de la sanitización, se reducen los gérmenes a niveles considerados seguros, pero la recomendación es desinfectar después de limpiar.

Esta es la diferencia entre limpiar y desinfectar:

  • Limpiar: elimina la mayoría de los gérmenes, suciedad e impurezas. Se suele limpiar con agua, jabón y un trapito
  • Desinfectar: mata la mayoría de los gérmenes en superficies y objetos. Se suele usar lejía o productos químicos fuertes

Si alguien de tu casa tiene gripa, influenza o cualquier otra enfermedad contagiosa, la responsabilidad debe ser que este padecimiento no se pase a los demás. Por ello, es importante saber qué otra cosa hacer aparte de lavarse las manos.

Recuerda que los virus pueden vivir en superficies y por eso se anuncian en televisión muchos productos para desinfectar.

Estas son 5 formas de desinfectar la casa y las razones para llevar a cabo dichas acciones:

  1. Ataca los “puntos rojos”: ¿La persona enferma estuvo en una habitación? Limpia y desinfecta todas las superficies en ese espacio. Abre la ventana para que haya una buena ventilación. Si el enfermo caminó por la casa, limpia y desinfecta lo que pudo haber tocado.
  2. Limpia y luego desinfecta: para todo hay un proceso y si desinfectas sin limpiar, puede que la protección no sea la que esperas. Date tiempo para hacer ambas acciones.
  3. Cuida tus herramientas de limpieza: Recuerda que las bacterias aman los lugares húmedos y esto hace que las esponjas sean el mejor escondite para ellas. Si limpias con una, humedécela con agua limpia y métela 2 minutos antes de limpiar.
  4. Usa guantes y lávate las manos: no quieres limpiar y ver que eres tú la persona que está ensuciando de nuevo. Los guantes de hule o látex pueden evitar que los gérmenes se adhieran a las manos. Recuerda tirarlos cuando hayas terminado y lávate bien las manos de todas maneras.
  5. Empieza por el baño: se trata de un espacio que generalmente tiene la mayor cantidad de gérmenes. Comienza por ahí

(Con información de WebMD)