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5 razones por las que no podemos llorar aunque queramos

Existen algunos factores que pueden evitar que llores aunque así lo desees.

Escrito en VIDA SANA el

Las lágrimas emocionales son las que el organismo produce en momentos felices y tristes. Cuando nos exponemos a preocupaciones el estrés no nos da oportunidad de pensar. Sin embargo, al llorar nos sentimos más relajados porque en cada lágrima liberamos altas dosis de adrenocorticotropina. Esta hormona secreta cortisol y corticosterona que se liberan cuando hay tensión. Pero existen algunas razones por las que no podemos llorar aunque queramos y a continuación te explicaremos algunas de ellas.

La ausencia del llanto puede relacionarse con frialdad, desconsideración e incluso con ausencia de sentimientos. Existen diferentes razones por las que no podemos llorar.

5 razones por las que no podemos llorar aunque queramos

Lo primero que se debe descartar ante la ausencia de llanto es una explicación física. Diversas enfermedades o trastornos pueden explicar una disminución e incluso una supresión total de las lágrimas. Antes que nada, debemos saber cuales son los tipos de llanto que existen. De manera general, se suelen catalogar en tres tipos: basales, reflejos y emocionales.

A continuación te mostramos 5 razones basales y de reflejos por las que no podemos llorar aunque queramos:

Ingesta de medicamentos

La ingesta de medicamentos conlleva una serie de efectos secundarios. Algunos de ellos pueden reducir la segregación de lágrimas, en especial cuando el tratamiento se prolonga.

Algunos grupos de fármacos que pueden interrumpir de forma parcial la función de las glándulas lagrimales son los siguientes: Anticonceptivos orales, medicamentos que se utilizan para tratar la presión arterial y antihistamínicos o descongestionantes.

(Foto: Especial)

Factores ambientales

Los factores ambientales pueden jugar en tu contra al momento de disfrutar de una producción de lagrimal sana. Si vives en una zona con mucho viento o muy seca, a una gran altitud o muy cerca de la costa, o en áreas propensas a sufrir incendios, la sequedad del aire incentiva que tus lagrimas se evaporen con mayor rapidez.

Conjuntivitis seca

Se conoce también como síndrome del ojo seco. Se trata de una condición en la que nuestras glándulas no producen la cantidad de lágrimas suficientes. O en su defecto, estas son de mala calidad. Esta inestabilidad desemboca en ojos secos e incapacidad para producir lágrimas normales.

Este síndrome es muy común en todo el mundo. Investigaciones señalan que su prevalencia oscila alrededor del 5 por ciento, aunque puede llegar hasta padecerla el 50 por ciento en algunos grupos de personas.

 

(Foto: Especial)

Síndrome de Sjögren

Es un trastorno del sistema inmunitario que afecta a las membranas mucosas y a las glándulas que producen humedad. Su principal característica, en este sentido, son los ojos y la boca seca. Aunque se puede desarrollar de manera aislada, con frecuencia acompaña a otros problemas, como el lupus y la artritis reumatoide.

Las estadísticas señalan que este síndrome afecta entre el 0.5 y el 1 por ciento de la población. Es más común en mujeres que en hombres, con una prevalencia mayor después de los 40 años de edad.

Represión de las emociones

En este caso, no existe un desencadenante físico que impida que las lágrimas se liberen, sino que la carga emocional juega en contra al momento de que este proceso se desarrolle. Puede ocurrir en hombres y mujeres por igual y en todas las edades.

La represión de las emociones se puede desencadenar por diversas causas: prejuicios acerca del llanto, estigma cultural o traumas de la niñez o la adolescencia son algunas de las más frecuentes. Aunque las primeras acciones de represión se desarrollan de manera voluntaria, con el tiempo se convierten en automáticas.

(Foto: Especial)

Cuando no podemos llorar aunque queramos lo mejor es acudir con un especialista que nos valore y encuentre la razón, ya que las lágrimas juegan un papel fundamental en nuestra salud ocular.

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(Con información de: Mejor con Salud y Mayo Clinic)