Conforme pasan los años muchas personas experimentan problemas de sueño, pero hay una cantidad de veces que es normal despertarse durante la noche dependiendo de la edad, conoce más del tema leyendo esta nota.
El sueño nocturno no es un estado continuo e ininterrumpido como muchos creen, sino un ciclo complejo de fases que incluyen microdespertares naturales.
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Las veces que es normal despertarse durante la noche
Neurocientíficos del sueño explican que estos breves despertares son mecanismos evolutivos de vigilancia que todos experimentamos, aunque generalmente no los recordamos. La frecuencia con la que despertamos conscientemente varía significativamente según la etapa de la vida, el estado de salud y factores ambientales:
- Recién nacidos (0-3 meses)
Los bebés en sus primeras semanas de vida tienen un sueño polifásico, despertándose cada 2-3 horas para alimentarse, lo que es completamente normal y necesario para su desarrollo. Durante esta etapa, los recién nacidos experimentan entre 4-6 despertares completos por noche, además de múltiples microdespertares entre ciclos de sueño. Los pediatras enfatizan que estos despertares frecuentes son adaptativos, permitiendo la lactancia a demanda que el bebé requiere. El sueño comienza a consolidarse hacia el tercer mes, cuando muchos bebés logran dormir tramos más largos de 4-5 horas seguidas, especialmente durante la noche. Es importante entender que ningún recién nacido "debería" dormir toda la noche, ya que sus pequeños estómagos necesitan alimentación frecuente.
- Lactantes (4-12 meses): transición hacia el sueño prolongado
Entre los 4 y 6 meses, muchos bebés desarrollan la capacidad de dormir tramos más largos de 6-8 horas, aunque es normal que sigan despertándose 2-3 veces por noche. Alrededor del 70% de los bebés de esta edad logran "conciliar el sueño solos" después de despertarse brevemente entre ciclos. El inicio de la alimentación complementaria y la maduración neurológica permiten una mejor regulación del ritmo circadiano. Sin embargo, factores como la dentición, los hitos del desarrollo o cambios en la rutina pueden causar regresiones temporales con despertares más frecuentes. Los especialistas en sueño infantil recomiendan establecer rutinas consistentes de sueño en este periodo, pero advierten que esperar que duerman toda la noche sin despertarse puede ser poco realista antes del año de vida.
- Niños pequeños (1-5 años): consolidación del sueño nocturno
En esta etapa, la mayoría de los niños sanos duermen entre 10-12 horas por noche, despertándose brevemente 1-2 veces, aunque muchos son capaces de volverse a dormir sin ayuda parental. Las pesadillas y terrores nocturnos (diferentes entre sí) causan despertares más prolongados y son frecuentes entre los 2-4 años, afectando hasta al 50% de los niños. Los pediatras señalan que es normal que los niños pequeños busquen consuelo de sus padres ocasionalmente durante la noche, especialmente durante cambios importantes (como empezar la escuela o la llegada de un hermano). Mantener horarios regulares, evitar pantallas antes de dormir y crear un ambiente seguro y confortable ayuda a minimizar los despertares problemáticos. Se considera motivo de consulta cuando los despertares son muy frecuentes (más de 3-4 veces por noche) o interfieren significativamente con el funcionamiento diurno del niño.
- Adultos jóvenes y de mediana edad (18-50 años): el patrón establecido
Los adultos sanos en este rango de edad suelen experimentar entre 3-5 microdespertares por noche de menos de 3 minutos de duración, de los cuales generalmente no son conscientes. Despertarse 1-2 veces por noche de manera consciente (para ir al baño o cambiar de posición) sigue siendo normal, especialmente después de los 35 años. Factores como el estrés, el consumo de alcohol o cafeína, y el uso de dispositivos electrónicos antes de dormir pueden aumentar estos despertares. La Sociedad Española de Sueño advierte que despertarse más de 3 veces por noche de forma regular, o tardar más de 20 minutos en conciliar el sueño después de despertar, podría indicar insomnio u otro trastorno del sueño. La calidad del sueño comienza a ser tan importante como la cantidad en esta etapa de la vida.
(Foto: Canva)
- Adultos mayores (60+ años): cambios fisiológicos en el patrón de sueño
A partir de los 60 años, es normal que el sueño se vuelva más fragmentado, con 3-4 despertares conscientes por noche y mayor dificultad para volver a dormirse. Estos cambios se deben a la reducción natural de melatonina, la necesidad más frecuente de orinar (nicturia) y la disminución del sueño profundo. Los gerontólogos explican que aunque los adultos mayores necesitan las mismas 7-8 horas de sueño, suelen distribuirlas en un periodo más largo de 24 horas, incluyendo siestas diurnas. Es importante diferenciar estos cambios normales de trastornos como la apnea del sueño o el síndrome de piernas inquietas, que requieren tratamiento. Mantener actividad física diaria, exponerse a luz solar matutina y limitar líquidos por la noche puede ayudar a mejorar la continuidad del sueño en esta etapa.
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