En múltiples ocasiones se ha relacionado el sobrepeso en el embarazo como un factor que puede poner en riesgo la salud de la madre y el bebé, por lo que una reciente investigación ha encontrado que el exceso de peso en el embarazo podría afectar el desarrollo cerebral del feto.
El estudio publicado en el Journal of Child Psychology and Psychiatry se encargó de evaluar cómo el sobrepeso u obesidad de la madre, determinado por su índice de masa muscular (IMC), puede influir en el desarrollo del cerebro del bebé a partir del segundo trimestre de embarazo.
Esta es la primera investigación que se centró en analizar la relación del exceso de peso de la madre durante el embarazo y los cambios cognitivos en el cerebro del feto, puesto que otras investigaciones se han encargado en identificar dicha relación ya que el bebé nació.
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¿Cómo se determinó que el peso de la madre influye en el desarrollo del feto?
Para este estudio los investigadores reclutaron a 109 mujeres entre los seis y nueves meses de embarazo con un IMC de 25 a 47. A partir de ellas, examinaron 197 grupos de células nerviosas metabólicamente activas en el cerebro fetal.
Usando millones de cálculos, dividieron los grupos en 16 subgrupos significativos basados en más de 19 mil conexiones posibles entre los grupos de neuronas. Con ello encontraron dos áreas del cerebro donde sus conexiones entre sí estaban fuertemente vinculadas al IMC de la madre.
Dichas áreas son la corteza prefrontal y la ínsula anterior del cerebro del feto, cuyo desarrollo está fuertemente ligado al IMC de la madre, siendo los fetos de madres con IMC alto más propensos a sufrir alteraciones en ellas.
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¿Cómo afecta un IMC alto al desarrollo cerebral del feto?
De acuerdo con esta investigación, estas regiones del cerebro juegan un papel clave en el desarrollo cognitivo del infante desde el embarazo, pues influyen en la toma de decisiones y el comportamiento.
Las alteraciones en dichas áreas cerebrales se han relacionado anteriormente con una mayor probabilidad de padecer trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), autismo y sobrealimentación.
“Nuestros hallazgos afirman que la obesidad de una madre puede desempeñar un papel en el desarrollo del cerebro fetal, lo que podría explicar algunos de los problemas de salud cognitiva y metabólica que se observan en los niños nacidos de madres con un IMC más alto”.
¿Cuál es el impacto del estudio?
De acuerdo con los investigadores, estos resultados refuerzan la necesidad de que las mujeres que desean convertirse en madres eviten el sobrepeso y la obesidad antes de quedar embarazadas.
Así mismo, los autores del estudio advierten que su estudio no fue diseñado para trazar una línea directa entre las diferencias que encontraron y los problemas cognitivos o conductuales finales en los niños.
Por ello, los investigadores planean seguir a los hijos de las participantes a lo largo de los años para averiguar si dichos cambios en la actividad cerebral condujeron al desarrollo del TDAH, problemas de comportamiento y otras afecciones de salud.