En la niñez y adolescencia de los varones existe el riesgo de sufrir una torsión testicular, un problema que se presenta entre los 10 y los 18 años y que requiere de atención médica de urgencia debido al dolor intenso que provoca y las consecuencias graves que podría dejar si no se atiende oportunamente.
Especialistas de Mayo Clinic explican que la torsión testicular se produce cuando un testículo gira y se enrolla el cordón espermático que suministra sangre al escroto, causando que el flujo sanguíneo disminuya.
Aunque es un problema común en niños y preadolescentes, en realidad puede ocurrir a cualquier edad, incluso antes del nacimiento. Conoce cómo reconocerlo y lo que se debe hacer al identificarlo.
Síntomas de torsión testicular
Debido a que el flujo sanguíneo de la zona se reduce, hay hinchazón y dolor repentino en el escroto, que es el saco de piel floja debajo del pene que contiene los testículos, por lo general el dolor es intenso y puede despertar a los varones en mitad de la noche o por la mañana, aunque estas molestias pueden acompañarse de otras como:
-Dolor abdominal
-Náuseas y vómitos
-Cambios en el tamaño de un testículo
-Ganas frecuentes de orinar
-Fiebre
Se debe buscar atención de emergencia al detectar los síntomas de torsión testicular, ya que el tratamiento oportuno es la única forma de evitar que se produzcan daños graves o incluso, la pérdida del testículo. Si no se trata en varias horas, la obstrucción del flujo sanguíneo causa daño permanente y si es demasiado grave, el testículo afectado debe ser extirpado quirúrgicamente. En algunos casos, el daño o la pérdida de un testículo puede afectar la capacidad de un hombre para tener hijos.
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Para minimizar los problemas a largo plazo, es necesario que se haga una cirugía dentro de las primeras seis horas de haberse presentado los síntomas de torsión testicular, aunque en casos más leves puede ser suficiente una manipulación manual del especialista para corregir la torsión y sus efectos.
Causas de la torsión testicular
Respecto a los motivos por los que ocurre este problema en los varones, la Stanford Children's Health explica que en los niños y adolescentes surge debido a una inserción incompleta de los testículos dentro del escroto, lo que hace que tengan una mayor movilidad y puedan torcerse fácilmente después de hacer actividad intensa o sufrir una lesión. La temperatura fría y el rápido crecimiento del testículo durante la pubertad también pueden influir.
Sin embargo, se ha encontrado que, en muchos casos, la torsión testicular tiene un rasgo hereditario, es decir, que puede afectar a padres, hijos y hermanos de una misma familia, por lo que se deben tomar mayores precauciones en caso de que ya existan casos cercanos, aunque la principal recomendación es una cirugía que fije ambos testículos al interior del escroto.
En los bebés recién nacidos es poco frecuente pero posible, manifestándose con un testículo rígido o duro, hinchado que además adquiere una tonalidad más oscura. En esos casos el médico debe hacer una ecografía para detectar qué tanto se ha reducido el flujo sanguíneo y si es necesaria una cirugía.
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