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¿Cómo saber si mi hijo tiene que ir al psicólogo?

La depresión, la ansiedad y los pensamientos suicidas han aumentado durante los últimos años en los niños y adolescentes. Te decimos cómo identificar cuándo es necesario que tus hijos visiten un profesional de la salud mental

Escrito en SOY MAMÁ el

Una investigación publicada en la revista Pediatrics reveló que ha aumentado el número de niños y adolescentes con problemas de salud mental que los orillan a pensar en quitarse la vida.

El estudio fue hecho en Illinois, Estados Unidos y analizó el motivo de consulta de urgencia en varios hospitales pediátricos y se encontró que 81 mil visitas correspondían a ideas suicidas.

Los investigadores quedaron sorprendidos con la corta edad de algunos niños que llegaron con pensamientos suicidas pues había pacientes desde 5 años. La atención a la salud mental es fundamental en cualquier edad, especialmente en la infancia y la adolescencia cuando los niños no saben todavía cómo expresar sus emociones o cuando experimentan dolor emocional.

¿Cómo saber si mi hijo necesita psicólogo o psiquiatra?

El mismo estudio explicó algunas de las razones que podrían llevar a un niño o adolescente a pensar en el suicidio:

(Foto: Especial)

  • La presión académica
  • Preocupación sobre el aislamiento social
  • Acoso y ciberacoso
  • Exposición a entornos cibernéticos tóxicos
  • Uso excesivo de redes sociales
  • Desventajas socioeconómicas

Es importante que los padres de familia tengan en cuenta que cualquier cambio en la vida de los niños puede generar un malestar emocional y aunque a veces es imposible controlar los cambios, lo que sí es posible controlar es la comunicación con los hijos.

Se debe estar atento a los cambios de ánimo que se noten en los hijos y nunca invalidar sus sentimientos cuando se les pregunte sobre éstos. Esos son los síntomas que pueden indicar que tu hijo debe visitar a un profesional de la salud mental:

(Foto: Especial)

  • Aparecen TICS nerviosos
  • El rendimiento académico disminuye drásticamente
  • Hay pérdida de interés por actividades que antes les gustaban
  • Cambios de humor fuertes
  • Agresividad, ira

Si notas cualquiera de estos cambios en tu hijo deberías buscar ayuda de un psicólogo o psiquiatra.

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(Con información de: Ser padres)