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¿Se puede prevenir la incontinencia durante y después del embarazo?

La pérdida involuntaria de orina, conocida como incontinencia urinaria, puede ser muy común en el embarazo y después del parto

Escrito en SOY MAMÁ el

La incontinencia durante y después del embarazo es un problema frecuente que a menudo causa vergüenza en la mujer porque consiste en la pérdida involuntaria de orina al toser, estornudar o simplemente porque no se pudo llegar al baño a tiempo tras sentir la necesidad de orinar.

El riesgo de desarrollarlo aumenta conforme avanza el embarazo y se calcula que, en promedio, un 40% de las mujeres que esperan un bebé lo padecen durante el tercer trimestre de gestación.

La incontinencia urinaria en el embarazo no es una enfermedad, sino un síntoma y aunque puede ser muy común, no es inevitable, existen algunos hábitos que pueden ayudarte a prevenirlo. Toma nota.

Incontinencia durante el embarazo

Expertos de Mayo Clinic explican que la incontinencia urinaria en el embarazo surge como consecuencia de los cambios hormonales y el aumento de peso gradual durante esta etapa. La incontinencia de esfuerzo es la más habitual durante el embarazo, es decir, aquella que ocurre al hacer fuerza como al toser, vomitar, correr, saltar o estornudar.

Las hormonas del embarazo producen una laxitud de tejidos que hacen que el esfínter de la vejiga esté más relajado, por lo que al hacer esfuerzos no es posible contraer ese esfínter y la orina se escapa. La Dra. Begoña Olartecoechea, especialista en Ginecología y Obstetricia de la Clínica Universidad de Navarra (CUN) explica a Infosalus que la falta de espacio que se va produciendo en el abdomen también es un factor, pues como el útero va creciendo y está encima de la vejiga, deja menos espacio y la orina no se puede contener tan fácil.

El aumento de peso es otra causa de la incontinencia durante el embarazo, pues se sabe que la obesidad, tanto la ya existente como la ganada durante la gestación, reduce todavía más el espacio de la vejiga. Otra causa son las infecciones urinarias, por lo que es importante que mujer embarazada se haga estudios de orina para detectar cualquier problema y atenderlo oportunamente.

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Incontinencia después del embarazo

Generalmente, la incontinencia va desapareciendo una vez que se ha dado a luz, pero es posible que no en todos los casos esto ocurra, pues el parto vaginal puede debilitar los músculos necesarios para controlar la vejiga y también dañar sus nervios y el tejido de sostén. Esto lleva a que el suelo pélvico descienda y ocurra un prolapso en los casos más graves, lo que puede empujar hacia abajo la vejiga, el útero, el recto o el intestino delgado de su posición habitual y hacer que asomen en la vagina.

La histerectomía también aumenta el riesgo de que la incontinencia persista incluso después del embarazo, pues cualquier cirugía que involucre el aparato reproductor de la mujer daña los músculos de sostén del suelo pélvico y produce los escapes involuntarios de orina. 

Si el cuerpo no se recupera de la incontinencia en al menos seis meses después del parto, será importante consultar al médico para recibir el tratamiento más adecuado. En algunos casos, puede ser necesaria una cirugía, así que no debe dejarse pasar.

¿Se puede prevenir la incontinencia en el embarazo?

Aunque es un problema común en las embarazadas, es posible prevenirlo con las técnicas adecuadas. En ese sentido, es importante que antes y durante el embarazo realices ejercicios de Kegel, que son contracciones específicas para fortalecer los músculos debajo del útero, la vejiga y el intestino grueso. ¿Cómo hacerlos? La Biblioteca Nacional de Medicina de los EE.UU., explica que es como fingir que tienes ganas de orinar y debes contenerte. Aprieta y relaja los músculos que controlan el flujo de la orina.

Con estos ejercicios, es posible que después de 4 a 6 semanas disminuyan los episodios de incontinencia por el embarazo o que no sean tan comunes si se hacen desde antes de la concepción.

Otra forma de prevenir el escape de orina en esta etapa es el masaje perineal, que consiste en estimular con las manos la piel y los tejidos de la zona perineal, la parte del cuerpo que forma el suele pélvico, donde se encuentran los órganos genitales y el ano. Se ha demostrado que hacerlo puede ser un factor protector contras los desgarros y reduce el dolor después del parto, lo que disminuye el riesgo de incontinencia.

Finalmente, es importante que para prevenir la incontinencia durante y después del embarazo mantengas un peso saludable, que evites alimentos que irriten la vejiga, como la cafeína y los alimentos ácidos y que por nada descuides la práctica frecuente de los ejercicios de Kegel.

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