Durante el embarazo es posible que te sientas más cansada y con ganas de pasar el día acostada, pero existen muchas razones saludables por las que deberías empezar a ejercitarte en esta etapa y si quieres aprovechar la cuarentena, te damos recomendaciones para hacer ejercicio en casa durante el embarazo.
Expertos señalan que el embarazo puede ser el momento ideal para hacer actividad física, incluso si no te has ejercitado durante un tiempo.
Ejercicio en casa durante el embarazo
De acuerdo a Mayo Clinic, hacer ejercicio en casa durante el embarazo puede ayudarte a mejorar muchas de las molestias típicas de esta etapa. Entre sus beneficios destacan:
-Reduce el dolor de espalda, el estreñimiento y la hinchazón del cuerpo
-Mejora el ánimo y el nivel de energía
-Ayuda a dormir mejor
-Previene el aumento de peso excesivo
-Mejora el tono muscular, la fuerza y la resistencia para el momento del parto
-Reduce el riesgo de diabetes gestacional
-Favorece un parto más breve y reduce el riesgo de cesárea
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Sin embargo, antes de comenzar cualquier programa de ejercicios en casa, debes asegurarte de contar con la autorización del médico, ya que no todas las mujeres embarazadas pueden hacer ejercicio, sobre todo aquellas que presentan preeclampsia, problemas cervicales, sangrado vaginal persistente, riesgo de parto prematuro o problemas de placenta.
Si estás sana y tu embarazo no es de riesgo, puedes comenzar con 30 minutos de ejercicio de intensidad moderada, al menos cuatro veces a la semana.
¿Cuáles son los ejercicios ideales para embarazadas? Los especialistas recomiendan practicar actividades en casa como:
1. Bicicleta fija
2. Entrenamiento de fuerza o con pesas ligeras
3. Yoga prenatal
4. Caminadora
5. Pilates
Lo ideal es que hagas una rutina que combine trabajo aeróbico y de fuerza en cada sesión, cuidando que la intensidad sea siempre moderada, de forma que no te agites demasiado y puedas hablar mientras entrenas.
Debes evitar ejercicios muy intensos o que aumenten demasiado la frecuencia cardiaca, ya que aumentan el riesgo de deshidratación y reducción del flujo uterino que puede dañar al feto.
También debes evitar ejercicios de alto impacto o con saltos, ya que podrían favorecer las lesiones a nivel del suelo pélvico. Aquellos ejercicios que supongan mucha presión intra-abdominal están prohibidos, como las planchas, los crunches o el kick boxing.
Empieza poco a poco y con rutinas que vayan de acuerdo a tu nivel de condición física. No olvides tomar agua antes, durante y después de tu entrenamiento.
Mantente atenta ante cualquier síntoma peligroso derivado del ejercicio en casa durante el embarazo y suspende de inmediato la actividad si se presenta sangrado vaginal, mareos, dolor de cabeza, aumento de la dificultad para respirar, dolor en el pecho, contracciones uterinas dolorosas, líquido vaginal, debilidad muscular y dolor o inflamación de la pantorrilla.
Si nunca has hecho ejercicio, tu embarazo puede ser el pretexto perfecto para comenzar, así que no desaproveches la oportunidad.
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