El embarazo trae diversos cambios en el cuerpo y el organismo de la mujer, durante este periodo se pueden presentar sangrados en la nariz, pero, ¿por qué sangra la nariz durante el embarazo? A continuación te explicamos.
Entre la larga lista de síntomas y consecuencias que el embarazo tiene en el cuerpo de la futura mamá, las hemorragias por la nariz son una de ellas. Muy habituales en los primeros cuatro meses de embarazo.
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¿Por qué sangra la nariz durante el embarazo?
Una de las hormonas protagonistas durante la gestación, la progesterona, provoca una mayor sensibilidad en las mucosas, esencialmente en las orales y las nasales. Esto deriva en la fragilidad, de ahí que la epistaxis, nombre clínico con el que se conoce a los sangrados por la nariz, sea algo común en el primer tramo del embarazo, al igual que el sangrado en encías.
Las hemorragias por la nariz son también más habituales en mujeres que sufren este problema con asiduidad, y es que la epistaxis aparece con mayor frecuencia en unas personas que en otras, especialmente en la infancia. En principio, este tipo de sangrados no tienen consecuencias graves, se cortan y no dan más problemas, pero en ocasiones, si se inflaman los cornetes nasales, sí se pueden complicar.
(Foto: Blog de Farmacia)
Los cornetes son unas pequeñas formaciones de estructura esponjosa que filtran el aire que respiramos. Generalmente, están rociadas con sangre, y durante el embarazo, aumenta el flujo sanguíneo, de ahí que la vascularización en los cornetes también lo haga. Se pueden hinchar e inflamar. A esta patología se le conoce como rinitis del embarazo, que puede complicar la respiración de la mujer que lo padece.
¿Qué hacer cuando esto sucede?
Si de forma espontánea la nariz comienza a sangrar, se debe taponar la hemorragia comprimiendo el vaso pequeño del que provenga la sangre, y a continuación aplicar un algodón en el orificio para que ayude a contener la hemorragia.
No se debe echar la cabeza hacia atrás, en todo caso, hacia delante para que la sangre no vuelva por el camino que ha tomado para salir. Y tampoco es recomendable sonarse la nariz porque el sangrado aumentará o se reanudará. De hecho, es habitual que la sangre fluya con el aumento de la presión en la zona de la nariz, y los estornudos son una de las cosas que las causa.
Aplicar frío también ayuda, como ocurre con las encías, y es aconsejable no sonarse la nariz minutos posteriores a sufrir una epistaxis.
(Foto: Soy vida)
La congestión nasal también es común durante el embarazo
Durante el embarazo y debido a los cambios hormonales no es extraño que la mujer se despierte con la nariz taponada o sufra congestión nasal. Una molestia que, si bien suele presentarse en el primer trimestre de la gestación, especialmente a partir de la cuarta semana, muchas mujeres la sienten como uno de los primeros síntomas del embarazo y pueden llegar a tenerla hasta varias semanas después del parto.
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(Con información de: Ser padres y Bebés y más)