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¿Malas influencias? Cómo ayudar a tus hijos a reconocerlas

Educa a tus hijos para que desarrollen criterio propio y poder de decisión, sabrán cuándo decir que no.

Escrito en SOY MAMÁ el

Por si lo sabías una persona de mala influencia o actitudes de malas influencias, es aquella que interfiere con sus palabras y acciones, con nuestros valores, nuestros objetivos o nuestros hábitos de vida. No siempre lo realizan de forma consciente, estas personas de baja consciencia obran automáticamente.

Por esta razón, es importante que les enseñemos a reconocer las malas influencias. Hablamos de estas cuando algún amigo actúa en contra de las normas, no respeta los límites y, en definitiva, atenta contra los valores como padres y ejes de familia han enseñado.

Es importante que se establezcan vínculos y una buena comunicación, de esta manera, cada vez que tu hija o hijo tenga un problema, sabrá que puede contar contigo.

De la misma forma, se deben de educar desde pequeños para que tengan criterio propio y capacidad de decisión, así, podrán reconocer si están ante una mala influencia o no.

Foto: Pexels

¿Cómo reconocer las malas compañías?

Si queremos conseguir que nuestro hijo sepa reconocer las malas influencias, debemos educarle para que sepa, desde pequeño, decidir por sí mismo si una amistad le hace bien o no.

Para esto, los padres debemos demostrarle que puede contar con nosotros siempre. Es importante que tengamos en cuenta para su educación:

  • Variedad de amistades

Fomenta que tu hijo tenga amigos diferentes, para que así pueda entender la diversidad entre las personas.

Con esto, también será capaz de apreciar las diversas ideas, opiniones, actitudes y puntos de vista de cada persona.

  • Individualidad e independencia

Para esto, debemos ser su mayor ejemplo y mostrarle que cada persona es única e irrepetible.

Si los hijos ven en sus padres formas de resolver los problemas, aun al estar bajo presión, aprenderán a decir que no a sus amigos cuando algo no les interese.

  • Firmeza y flexibilidad en la crianza

Para esto, los hijos tienen que saber que en casa existen límites y normas que se deben respetar, pero que, en algunas circunstancias, puede haber flexibilidad si toda la familia está de acuerdo con esa decisión.

¿Qué hacer si sus amigos son malas influencias?

A todos los padres les preocupa su hija o hijo, sobre todo en la etapa de la adolescencia que se relacione con personas que no son adecuadas para él.

Sabemos que los adolescentes necesitan sentirse integrados a un grupo de amigos. Por eso, si sospechamos que nuestro hijo tiene una amistad que puede ser una mala influencia, tenemos que intervenir.

Primero, debemos observar cualquier cambio que se produzca en su comportamiento. Además, puedes llevar a cabo algunas de las recomendaciones que te brindamos a continuación.

Foto: Pexels

¿Cómo hablar con tu hijo?

Tenemos que establecer con nuestros hijos una relación basada en la confianza y en la comunicación. Para ello, podemos contarle nuestras preocupaciones.

Siempre debemos evitar las críticas y los reproches. En este sentido es importante tener un lenguaje cercano y positivo, escucharle con interés y tener en cuenta sus opiniones.

Si empezamos por decirle que sus amigos no nos gustan, puede que suframos un rechazo por su parte.

  • No hablar mal de sus amigos

Puede ocurrir que nuestro hijo no sea capaz de reconocer las malas influencias. En ese caso, no debemos hablar mal de sus amigos, ya que esto podría provocar que se pusiera en nuestra contra.

En cambio, podemos mencionar alguna acción negativa de sus amistades para que entienda que eso también puede perjudicarle, aunque no haya participado.

  • Conocer a sus amigos y a sus padres

Es muy importante que conozcamos a los amigos de nuestro hijo para poder observar en las distancias cortas si puede o no ser una mala influencia.

También, conocer a los padres de sus amigos es positivo para saber un poco más sobre el ambiente del que proceden y cómo han sido criados.

En consecuencia, sabremos si hay más posibilidades de que esos chicos puedan tener conductas problemáticas en el futuro.

  • Advertir sobre la responsabilidad de sus acciones

Si nuestro hijo se empeña en seguir con las malas compañías, debemos dejarle en claro que, aunque no sea partícipe de las malas acciones de su grupo, él también será responsable.

Por lo tanto, aunque no intervenga en la mala acción, también puede ser sancionado y castigado por eso.

  • Poner límites, pero sin barreras

Si observamos que las amistades de nuestro hijo le perjudican, podemos ponerle límites para que no vaya con esas personas.

Esto no quiere decir que no pueda salir con otros amigos. Tenemos que darle la oportunidad de confiar en él para que cree su propio grupo. Para eso, es necesario que se relacione con gente de su edad.

¿Cómo ayudar a los hijos a reconocer las malas influencias?

Ya hemos visto lo importante que es enseñar a los niños, desde pequeños, a reconocer las malas influencias en sus amistades.

Educarles para que tengan un criterio propio y que sepan decir que no de forma asertiva les ayudará en este camino.

Si pese a todo tu hijo no renuncia a frecuentar a esas malas compañías, lo más oportuno será buscar la ayuda de un especialista.

Muchas veces los niños, cuando sus padres les dicen que los amigos con los que van no son buenos, no les toman en serio o incluso se revelan.

Si te encuentras en esta situación, lo mejor es que otra persona ajena les haga ver que las amistades con las que va no le van a hacer ningún bien, ni ahora ni en un futuro.

(Con información de Estudios de Psicología y Ciencias de la Educación, Secretaría de Educación, Centro de Desarrollo Infantil)