Main logo

Por qué es importante no sobreproteger a los niños y permitir ciertos riesgos

Las acciones no peligrosas generan en ellos una adaptación al medio y una mejor resolución de las situaciones problemáticas que se les plantearán durante el crecimiento

Escrito en SOY MAMÁ el

Desde una perspectiva educativa pediatras, pedagogos y psicólogos especialistas externan que el riesgo se entiende como sinónimo de exploración por lo que el sobreproteger a los más pequeños del hogar le puede traer complicaciones tanto en su organismo, salud y vida adulta.  

La exploración mediante los sentidos como la vista, el oído, el tacto, el olfato y el gusto brinda a las niñas y los niños la posibilidad de conocer las propiedades y la funcionalidad de los objetos, así como construir un sentido del mundo y entender qué implica formar parte de él.

Los seres humanos, durante toda nuestra vida, debemos adaptarnos al mundo físico y social que nos rodea. 

¿Qué pasa durante el desarrollo de una niña o un niño?

Durante el desarrollo las niñas y los niños atienden, perciben y retienen información del entorno a través de la continua exploración.

Aprenden a usar sus sentidos, desarrollan y fortalecen sus habilidades motoras, perceptivas y sensoriales como resultado de la interacción con el medio.

La inteligencia se desarrolla a partir de las acciones cotidianas realizadas en el entorno en el que viven.

Al observar, explorar el mundo y recopilar información, los menores desarrollan conceptos básicos como el peso, la velocidad y el tiempo, entre otros.

Estos procesos resultan fundamentales para el desarrollo del razonamiento, la lógica, la imaginación, la creatividad y la confianza.

¿Cómo es el aprendizaje a través del juego?

  • Los infantes aprenden a través de la exploración, el descubrimiento y cuando interactúan con otras personas.
  • Alentar a las niñas y los niños a hacer preguntas, cometer errores y practicar es crucial para su educación.
  • Los pequeños requieren años de juego con juguetes y objetos reales para comprender el simbolismo entre el mundo real y el abstracto.
  • Necesitan tener estos materiales al alcance de la mano en todo momento para desarrollar las habilidades correspondientes a su edad cronológica y a su desarrollo madurativo, tanto a nivel cognitivo como motor.
  • Además de esto, los juegos dinámicos con el uso de objetos del entorno o que impliquen un cierto riesgo de accidente podrían ser beneficiosos. Estos juegos pueden ayudarles a aumentar sus competencias e hitos del desarrollo.
  • Los beneficios son aplicables a cualquier persona, desde etapas muy tempranas de 2 a 3 años de edad hasta la edad adulta. Asimismo, llevar a cabo estos juegos puede ayudar a mejorar la percepción del tamaño, la forma, el movimiento y la profundidad.
  • Asumir cierto riesgo en las actividades lúdicas permite a los menores poner a prueba sus habilidades y estrategias perceptivas, motoras o cognitivas, generando en ellos una adaptación al medio y una mejor resolución de las situaciones problemáticas que se les plantearán durante el crecimiento.

Foto: Canva

¿Ni mucha protección ni poca?

La teoría del desarrollo psicosocial de Erikson indica que, entre el primer y el tercer año de vida, los niños y niñas se encuentran en una etapa en la que deben conseguir un equilibrio entre la autodeterminación y el control ejercido por los otros.

Si la resolución de dicha etapa es satisfactoria, el menor desarrollará sentimientos de control y eficacia, afirmándose como una persona independiente, asertiva y flexible. Esto derivará en un adulto con sentido de la autonomía.

¿Qué aporta el apego?

El apego seguro fomenta la conducta exploratoria competente y activa del niño en presencia de su figura de apego; la cual se utiliza como base segura a partir de la cual explorar. La exploración le permite aprender cosas nuevas y estimular el desarrollo.

Asimismo, este estilo de apego estimula el autoconcepto, la autoeficacia y la autonomía de la niña y del niño. Para conseguirlo, es imprescindible atender las necesidades del menor de manera efectiva, proteger del peligro sin ser alarmista, expresar afecto abiertamente, dedicar tiempo, establecer límites y normas, mostrar interés por sus preocupaciones e intereses.

Foto: Canva

¿Cómo establecer límites útiles, claros y fijos?

El estilo parental es un factor estrechamente vinculado con el desarrollo cognitivo.

Llamamos estilo democrático al de los padres y madres que combinan el afecto y la comunicación familiar, el fomento de la autonomía, y el establecimiento de límites.

Para que los límites funcionen, todos los miembros del entorno ya sea familiar o escolar deben ser conscientes de la utilidad de las normas para la convivencia, el bien común y el bien individual.

Las normas deben tener un motivo, ir acompañadas de una explicación clara, estar adaptadas a la edad del niño, ofrecerse en un momento óptimo libre de distracciones y estados emocionales intensos y evitar el exceso.

¿Qué pasa cuando sobreprotegemos?

  • Es necesario identificar que afecto y sobreprotección familiar no son sinónimos.
  • En términos generales, la sobreprotección deriva en una concepción errónea del mundo por parte de la niña o el niño.
  • Por una parte, las preocupaciones excesivas del entorno familiar indican al niño que el mundo está lleno de peligros.
  • Asimismo, la privación de oportunidades para superar las dificultades resulta en unos niños carentes de autoconfianza.

Foto: Canva

¿Cómo generar una educación positiva?

Los niños deben asumir riesgos, entiéndase riesgos como conductas exploratorias con el fin de obtener un desarrollo óptimo.

Para promover dicha conducta, deben moverse en entornos, tanto familiares como escolares, que sean flexibles.

Los adultos que los rodean deben otorgarles:

  • Seguridad.
  • Confianza.
  • Evitar el castigo físico.
  • Corregir sin faltar al respeto.
  • Reforzar su autoestima y confianza.
  • Ofrecer opciones.
  • Anticipar los actos, sugerir y no imponer las órdenes.
  • Valorar los intentos.
  • Ser empáticos, pacientes, y dar tiempo.
  • Es importante que los límites y las normas estén claros, y que las niñas y los niños recuerden lo que se espera de ellos.

En definitiva, es primordial que la crianza de los padres se base en una educación positiva, que permita la exploración y la interacción con los elementos del entorno.

Esto con el fin de que se estimule el aprendizaje durante la infancia y se lleve a cabo un desarrollo general adecuado a nivel lingüístico, cognitivo, motor, social, sensorial y adaptativo.

(Con información del Instituto Nacional de Pediatría, Hospital Infantil de México y el Instituto Nacional de Psicología)