Existen diversos mitos alrededor de la convivencia de un bebé con mascotas y quizás el más popular es que un recién nacido no debe convivir con estos animales domésticos porque puede ser nocivo para su salud.
Sin embargo, diversos estudios han demostrado que la convivencia de los seres humanos desde edades muy tempranas con mascotas trae múltiples beneficios para su salud física y emocional, por eso aquí te decimos los mitos y realidades en torno a este tema.
¿Puede convivir un bebé con mascotas?
De acuerdo a las especialistas Ainare Ruiz, Médico Veterinario Zootecnista (MVZ) y Esther Charles, MVZ, Especialista en Comportamiento Animal de Ciudad para las Mascotas, contrario a lo que se cree sobre el supuesto daño que pueden causarles los gatos o perros a los bebés, la realidad es que esta convivencia puede ser muy positiva para el desarrollo del pequeño.
No debemos tener miedo de que un bebé esté cerca de una mascota, simplemente debemos seguir algunas recomendaciones para esta convivencia, inclusive antes de la llegada del bebé, como:
1. Previo a la llegada del bebé
Es recomendable llevar la casa con productos que tengan aromas similares a los que usaremos cuando el bebé nazca, por ejemplo, talco o loción, y exponer a nuestro perro o gato a éstos durante el embarazo de la futura mamá para que se familiarice.
De igual forma, hay que exponer a la mascota a sonidos que emitirá el bebé, como el llanto, la risa o balbuceos, a través de grabaciones que al principio pueden ser a un volumen bajo e ir incrementándolo gradualmente. Así el perro no sentirá estrés o nerviosismo cuando esos sonidos estén realmente en la casa.
2. Nacimiento del bebé
Una primera sugerencia una vez que nazca el bebé, es llevarle una prenda suya a nuestro perro o gato cuando la madre esté en el hospital para que pueda reconocer su olor ya estando en casa. Otra, es no alejarlo o despreciarlo cuando se acerque si estamos con el bebé, por el contrario, premiar cada acercamiento e incluso propiciar momentos juntos y tranquilos, sin forzar el contacto.
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3. Desarrollo del bebé
Vale la pena tomar en cuenta que todas las mascotas, sobre todo los perros y gatos por ser las más comunes, pueden transmitir parásitos a los seres humanos, principalmente a través de las heces y la saliva.
Por ello, es fundamental que nos aseguramos de que están debidamente desparasitados antes de que llegue el bebé.
También se debe evitar que los pequeñitos jueguen en el lugar que se le haya asignado a la mascota en casa para tomar agua, comer, dormir y hacer sus necesidades. De hecho, debe estar totalmente fuera del alcance del bebé, sobre todo cuando empiece a gatear.
A decir de las especialistas, estas recomendaciones ayudarán a preparar a nuestro perro o gato para la llegada del bebé y así prevenir que se sienta desplazado, al mismo tiempo que podamos sentar las bases de una buena relación entre ambos y por qué no, una amistad que durará por años.
Conforme el bebé vaya creciendo y se convierta en un niño (alrededor de los doce meses) habrá que enseñarle hábitos de limpieza necesarios para conservar su salud, así como reglas para una convivencia segura con su perro o gato.
Y no sólo eso, también seremos testigos de los beneficios de la convivencia de un bebé con mascotas, tales como:
-Un desarrollo anticipado en el bebé de destrezas físicas como la psicomotriz a través del juego entre ellos.
-Habilidades sociales como el sentimiento de empatía por la simple convivencia con la mascota y al compartir sus espacios y su tiempo.
-Sentido de la responsabilidad al imitar de sus padres el cuidarlo (cepillarlo, limpiarle, pasearlo, etc.) y proveerle de agua y comida.
Ya lo sabes, permitir convivir a un bebé con mascotas tiene muchos beneficios y le dará a tu hijo un compañero de juegos por muchos años.
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