Cuando el bebé llora y está inquieto, es común que no sepamos qué hacer para tranquilizarlo, especialmente si somos mamás o papás primerizos. Por ello, hoy te hablaremos de swaddling, la técnica para envolver al bebé y evitar que llore.
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¿Qué es swaddling? La traducción al español de esta palabra es “envolver” y es una técnica que se ha vuelto muy popular recientemente, aunque en realidad se trata de una práctica milenaria.
Consiste en envolver al bebé con una manta o sabanita que se ha comprobado, ayuda a que los bebés se calmen y duerman mejor. A continuación, te decimos cómo hacerlo correctamente.
Técnica para envolver al bebé y evitar que llore
La American Academy of Pediatrics (AAP) explica que envolver al bebé con una manta ajustada alrededor del cuerpo puede asemejarse al seno materno y ayudar a tranquilizar al bebé recién nacido.
Se trata de una técnica que, cuando se hace correctamente, puede ser eficaz para calmar el llanto y promover el sueño. La clave está en envolver al bebé como un tamalito o burrito, aunque habrá que seguir algunas especificaciones de los expertos.
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De acuerdo con la pediatra Victoria Rodríguez de la Rúa Fernández, para hacerlo correctamente hay que tener en cuenta lo siguiente:
- Estirar la manta completamente y doblar una de las esquinas
- Colocar al bebé boca arriba, con la cabeza en la esquina doblada, dejando su brazo izquierdo pegado a su cuerpecito
- Doblar de nuevo la manta sobre el cuerpo, mientras el brazo del pequeño queda cubierto
- Pegar el brazo derecho al cuerpo, por encima de la manta que ya doblamos y volver a doblar la esquina
- La manta no debe quedar demasiado ajustada ni tampoco debe tapar la cabeza del pequeño
- El bebé debe poder mover sus caderas y piernitas
Precauciones al envolver al bebé
De acuerdo con la doctora Rachel Moon, de la AAP, nunca debes envolver al bebé y dejarlo boca abajo, pues hay un riesgo mayor de asfixia accidental. Siempre debe estar boca arriba y con supervisión para cuidar que no se voltee accidentalmente.
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No aprietes sus caderas, ya que podrías causar problemas en su desarrollo. Estudios han demostrado que enderezar las piernas de un bebé y envolverlas con una manta apretada puede causar dislocación de la cadera o displasia de cadera, una formación anormal del empalme de la cadera donde la parte superior del hueso fémur no empalma correctamente.
La Sociedad Ortopédica Pediátrica de Norteamérica y la División de Ortopedia de la AAP, promueven envolver al bebé de manera que se protejan las caderas, permitiendo que las piernas del bebé se puedan doblar y estirar.
Lo ideal es que apliquemos esta técnica solo cuando el bebé necesita un confort adicional, no como una rutina diaria para dormirlo, pues puede haber algunos riesgos también.
Envolver al bebé puede aumentar la probabilidad de que se acalore demasiado, lo que se manifiesta con sudor, cabello humedecido, mejillas rojas, sarpullido y respiración rápida.
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Otro de los riesgos, es que al envolver al pequeño puede disminuir su habilidad para despertarse, lo que puede ser bueno porque no se despiertan fácilmente, aunque también puede ser un problema porque es una de las razones principales de muerte por síndrome de muerte súbita del lactante.
Ya lo sabes, si aprendes a envolver al bebé correctamente y lo haces en momentos donde necesite confort adicional, puedes darle muchos beneficios.
(Con información de Healthy Children y BB Mundo)