Muchos adultos consumen bebidas energizantes para poder realizar sus actividades de una mejor manera, pero dejarlos al alcance de los niños puede tener consecuencias graves. Los riesgos de tomar bebidas energéticas en pequeños se vieron recientemente con el caso de Francisco, un menor de 6 años en Tamaulipas que cayó en coma luego de tomar una de estas bebidas.
Luego de tomar un vaso con este líquido, Francisco se empezó a sentir mal y desde el sábado pasado se encuentra hospitalizado y entubado.
Riesgos de tomar bebidas energéticas: ¿Qué tanto cuidas lo que toman tus hijos?
La Secretaría de Salud apunta que estas bebidas por sí solas no contienen sustancias que den un verdadero contenido energético, sino que funcionan de una manera diferente: sus ingredientes están compuestos por una combinación de sustancias que causan una hiperestimulación del sistema nervioso, provocando signos como excitación, insomnio, alerta o ansiedad, entre otros.
En el caso de Francisco, su abuela relata que el pequeño tomó solo un vaso de la bebida “que era de su primo” y se empezó a sentir mal, por lo que tuvieron que regresar a su casa. En el camino, el niño empeoró y lo trasladaron al hospital, donde les dijeron que Francisco estaba intoxicado y que podía tener muerte cerebral.
La Clínica Cleveland advierte que los riesgos de tomar bebidas energéticas en la infancia incluyen problemas como:
- convulsiones
- ritmos cardíacos anormales
- inquietud o nerviosismo
- incremento de ansiedad
- cambios de humor
- interrupción del sueño
- presión sanguínea elevada
“Las bebidas energéticas tienen más efectos que solo darle una mayor cantidad de energía a los pequeños. Cantidades elevadas de cafeína pueden provocar efectos secundarios incómodos e incluso dañar la salud del menor. No hay una edad en la que el consumo de bebidas energéticas esté bien”, indica la Cleveland Clinic.
¡Trágico! Niño de 6 años cae en coma tras ingerir bebida energizante https://t.co/T5H9S1CzJe— La Silla Rota (@lasillarota) April 21, 2022
Uno de los problemas de los padres es la confusión, pues suelen pensar que las bebidas deportivas y las bebidas energéticas son lo mismo, indica la Asociación Americana de Pediatría. En palabras de esta institución, algunos menores se encuentran consumiendo bebidas energéticas con grandes cantidades de cafeína cuando lo que realmente desean es simplemente rehidratarse después de hacer ejercicio. Al hacer esto están ingiriendo grandes cantidades de cafeína y estimulantes que podrían ser peligrosos para ellos.
“La cafeína, que es el estimulante más común, ha sido asociada con varios efectos nocivos para la salud en los menores, tales como efectos en el desarrollo de los sistemas neurológicos y cardiovasculares”, advierte esta asociación.
Por otra parte, el Instituto Nacional de Salud de Perú indica que tomar bebidas energéticas incrementa el riesgo de daños al corazón y al cerebro.
Dicha institución señala que una sola bebida energizante puede contener una cantidad de cafeína similar de 1 a 4 tazas de café, y si se suma esto a la acción de otras sustancias- como el azúcar o la taurina – se estimulan las contracciones cardiacas y una mayor actividad dentro del sistema nervioso.
“Los menores de 18 años tienen sensibilidad a la cafeína, lo que causa episodios de irritabilidad, nerviosismo e insomnio, advierte el instituto.
¿Qué es la taurina?
Los especialistas indican que la taurina es un aminoácido (o un compuesto orgánico), o sea un componente básico de las proteínas que tenemos en nuestro cuerpo.
Algunos expertos creen que este aminoácido es beneficioso para la salud, pero hacen falta más estudios para corroborar esto.
El Departamento de Agricultura de Estados Unidos menciona que los efectos secundarios en personas con epilepsia que ingirieron 1.5 gramos de taurina cada 24 horas incluyeron:
- dolor de cabeza
- mareo
- náuseas
- dificultad para moverse y caminar
Mientras que en personas no epilépticas que tomaron bebidas energéticas se reportaron:
- Estreñimiento
- Diarrea
Si eres padre de familia, ten cuidado con lo que están ingiriendo tus hijos, ya que los en la infancia están relacionados con problemas graves para la salud.
Piénsenlo así: su consumo pone al cuerpo en un estado elevado de estrés y en la mayoría de los casos, los pequeños no necesitan esto.