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¿Cómo cambia la salud mental ser mamá?

La tasa de fecundidad global en México se estima en 2.07 hijos por mujer

Escrito en SOY MAMÁ el

México tiene una población de casi 125 millones de personas, de las cuales el 51.1% son mujeres con una esperanza de vida promedio de 77 años. La población femenina representa el mayor grupo en el país y una gran parte de este sector es madre.

De la población de mujeres mayores de 15 años, cerca del 75% de ellas son madres en México, lo que corresponde a más de 35 millones de mujeres en el país, de acuerdo con el Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres).

De este porcentaje, hasta 2018, el 90% de las mujeres mayores de 30 años eran madres, lo que indica que casi todas las mujeres mayores de esas edad tienen al menos un hijo nacido vivo.

La maternidad conlleva una gran serie de cambios físicos y emocionales que suceden desde el embarazo, los cuales pueden repercutir a la largo plazo en la salud de las mujeres que se convierten en madres. Debido a la carga emocional que representa ser mamá, la salud mental puede verse seriamente afectado, provocando cambios de humor y en la forma de actuar de las mujeres, los cuales pueden permanecer incluso después de años de haber dado a luz.

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Ser mamá en México: las cifras

En general, la tasa global de fecundidad en el país es de 2.07 hijos por mujer, lo que quiere decir que la mayoría de las mujeres en México tendrán menos de tres hijos a lo largo de su vida. Esta tasa de fecundidad se ha reducido a lo largo de los años debido a factores como la escolaridad y la condición de actividad económica.

El grupo de edad con la tasa de fecundidad más alta es el de las mujeres de 20 a 24 años de edad, la cual muestra alrededor de 118 hijos por cada mil mujeres, esto de acuerdo con la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica.

El segundo grupo de edad con más hijos corresponde al de las mujeres de 25 a 29 años, quienes tienen 108 hijos por cada mil mujeres. Por el contrario, el grupo de edad con menor tasa de fecundidad es el de 45 a 49 años con 0.6 hijos por cada mil mujeres, seguido por el se 40 a 44 años con 9 hijos.

La tasa de fecundidad varía dependiendo del entorno en el que se viva, pues en las localidades rurales esta tasa es en promedio de 2.52 hijos por mujer, mientras que en las zonas urbanas se reduce a 1.94 hijos por mujer.

De acuerdo con esta misma encuesta, la entidad federativa con mayor tasa de fecundidad es Chiapas con 2.8 hijos por mujer, seguido por Zacatecas y Coahuila,, con 2.7 y 2.5 hijos por mujer respectivamente.

Por otro lado, la Ciudad de México con 1.3 hijos por mujer es el estado con menor tasa de fecundidad, al que le siguen el Estado de México con 1.8 y Querétaro con 1.9 hijos por cada mujer.

En cuanto a la salud materno infantil, del total de nacimientos registrados entre 2014 y 2018 que corresponden a poco más de 11.5 millones de niños, el 53.9% de ellos nacieron por parto natural, mientras que el 23.3% ocurrieron por cesárea programada y el 22.8% por cesárea de emergencia.

En México alrededor de mil mujeres sufren de muerte materna cada año, la cual es definida como el “fallecimiento de una mujer que sucede durante el embarazo, el alumbramiento y hasta 42 días después del parto”, de acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS).

De esta cifra, las mujeres entre 18 y 30 años de edad son las más afectadas, las cuales suelen perder la vida por alguna complicación del embarazo, parto o puerperio.

Las complicaciones gestacionales más comunes que derivaron en la muerte de la muerte son: hemorragia al momento de dar a luz, enfermedad hipertensiva, edema, proteinuria y enfermedad del sistema respiratorio, indica la Secretaría de Salud.

Por otro lado, un gran número de mujeres en nuestro país sufre de violencia obstétrica, la cual se refiere al maltrato que sufre una mujer embarazada al ser juzgada, atemorizada, humillada o lastimada física y psicológicamente.

Este tipo de violencia sucede en los lugares donde se prestan servicios médico y engloba la práctica de una cesárea aun cuando se tienen las condiciones necesarias para un parto natural, obligar a parir acosta o inmovilizada, negar la posibilidad de cargar o amamantar al bebé cuando éste nace, y no atender oportuna y eficazmente una emergencia obstétrica.

De acuerdo con datos de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) una de cada cuatro, es decir el 25% de las mujeres que dan a luz reportan haber sufrido algún tipo de violencia obstétrica.

¿Cómo cambia la salud mental ser mamá?

De acuerdo con el Instituto Nacional de Salud de Estados Unidos (NIH por sus siglas en inglés), una vez que una mujer se convierte en madre, los problemas mentales más comunes en ellas son la ansiedad y la depresión, causados por diversos factores físicos, emocionales y ambientales presentes en la maternidad.

La depresión y la ansiedad que experimenta una mujer cuando se convierte en madre puede pasar incluso desde el embarazo, la primera de ellas conlleva el sentimiento de tristeza, vacío y decadencia, mientras que la ansiedad provoca sentirse nerviosa, preocupada o tener miedo.

El NIH apunta que al convertirse en madre, la depresión posparto es el padecimiento más común entre las mujeres, sin embargo, cuando éste sobrepasa el año de permanencia, puede convertirse en una enfermedad compleja difícil de tratar.

Cuando una madre sufre depresión y ansiedad, estas afecciones pueden interrumpir las actividades diarias, por lo que se descuida el autocuidado y el de los hijos, por ello es que ambos padecimiento suelen estar acompañados de la creencia de ser una “mala madre”.

Señales de depresión y ansiedad derivada de la maternidad

Algunas de los síntomas que pueden indicar que una mujer presenta un trastorno mental como la ansiedad y depresión, derivado de haberse convertido en madre son:

-Sentirse sumamente tristes o enojadas sin razón

-Permanecen aturdidas y les cuesta trabajo terminar las cosas que tienen que hacer

-Sentirse como “robots”, como si estuvieran haciendo las cosas mecánicamente

-Muy ansiosas al estar con su bebé o sus otros hijos

-Culpables y que no son buenas madres

-Irritables

A menudo, las madres depresivas o ansiosas también muestran poco interés de las cosas que antes disfrutaban, además tienen pensamientos de miedo o angustia que no desaparecen.

Este tipo de padecimientos afectan a una de cada ocho mujeres que se convierte en madre, por lo que es un padecimiento común que afecta a millones de mamás cada año alrededor del mundo.

Es importante recalcar que las afectaciones mentales derivadas de convertirse en madre pueden tener algunos factores de riesgo, los cuales deben considerarse incluso antes de que se desarrollen los síntomas de ansiedad y depresión. Estos factores son:

-Antecedentes de depresión o ansiedad

-Antecedentes familiares de depresión o ansiedad

-Embarazo o partos difíciles

-Dar a luz a gemelos o más bebés

-Tener problemas en la relación de pareja

-Tener problemas económicos

-Poco o ningún apoyo para cuidar al bebé

-Embarazo no planeado

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De acuerdo con los especialistas, si una mujer desarrolla alguno de los síntomas asociados con la depresión o ansiedad una vez que se convierte en madre, es importante que ésta acuda con un especialista, el cual valorará el nivel de afectación mental y recomendará un tratamiento adecuado.

“La depresión y la ansiedad durante el embarazo o después del parto no ocurren por algo que se hace o se deja de hacer, sino que son problemas médicos que necesitan atención médica”.