Pasar horas en la alberca es una de las actividades favoritas de los niños, pero también una donde se deben tener más precauciones, ya que hay mayor riesgo de infecciones. A continuación, te decimos todo al respecto.
Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC) señalan que las enfermedades transmitidas por el agua en lugares de recreación acuática son aquellas que se pueden contraer al nadar o jugar en albercas, tinas de hidromasaje, mares, ríos o lagos.
Agregan que las enfermedades transmitidas por el agua se pueden contraer al tragar agua contaminada con microbios, tener contacto con ella o inhalarla a través de aerosoles.
Infecciones en niños por nadar en albercas
Nadar en albercas puede ser el caldo de cultivo perfecto para una gran cantidad de enfermedades infecciosas en los niños, pues el calor, la humedad y el cloro pueden jugar en contra de la salud de los pequeños. Estas son las infecciones mas comunes:
- Conjuntivitis
El portal especializado Guía Infantil señala que la cloramina es un compuesto que surge como resultado de la mezcla de cloro con otros compuestos como el sudor, las lociones y cremas.
(Foto: Pexels)
Este compuesto es muy dañino para la salud y uno de sus principales efectos es la irritación en los ojos y la conjuntivitis, un enrojecimiento o inflamación de la parte blanca del ojo.
- Dermatitis
En pequeños con piel sensible el cloro puede generar una reacción de dermatitis, que provoca picazón, hinchazón y enrojecimiento continuos.
Otros problemas que pueden afectar a la piel de los niños por nadar en albercas son los sarpullidos, el molusco contagioso y los hongos en los pies o el “pie de atleta”.
- Infecciones gastrointestinales
Los CDC advierten que en las piscinas es posible adquirir una infección por parásitos como la Giardia, bacterias como la E.Coli o la Shigella y virus como el Norovirus, que provocan alteraciones estomacales como vómitos y diarreas.
(Foto: Pixabay)
- Infección urinaria
La humedad y la presencia de ciertos hongos pueden provocar problemas de infección en las zonas íntimas de los pequeños, así como en las vías urinarias.
- Otitis del nadador
Esta es una de las infecciones más frecuentes en niños que nadan en albercas y puede ocurrir en uno o ambos oídos, según apunta el portal especializado Bebés y más.
Ocurre por la inflamación de la piel que recubre el conducto auditivo externo, ocasionando dolor, comezón y pérdida temporal de la audición.
¿Cómo prevenir las infecciones comunes en albercas?
Es importante tener presente siempre las precauciones generales para evitar tanto como sea posible una infección en los niños, por lo que cada vez que los lleves a nadar procura:
(Foto: Pixabay)
- Que se de un baño antes y después de estar en la alberca, con agua y jabón para eliminar cualquier microbio o bacteria
- Lava el traje de baño después de cada uso
- Asegúrate de que el niño usa sandalias después de salir de nadar
- Pide que no comparta objetos de uso personal como toallas, gafas o sandalias
- No lo lleves a nadar si tiene una infección
- Que use gafas de buceo al nadar
- Seca bien sus oídos con una toalla limpia
- Pide al pequeño que, mientras nada, no permita que le entre agua a la boca
Ahora sí, puedes estar tranquila porque hay menos riesgo de que tu pequeño contraiga algunas de las infecciones que los niños pueden adquirir por nadar en albercas.
(Con información de: Bebés y más, Guía Infantil, CDC)