La lactancia es uno de los procesos más importantes en el crecimiento de un recién nacido, a través del cual obtiene los nutrientes y anticuerpos necesarios para su desarrollo. Sin embargo, este proceso puede verse entorpecido por el deterioro constante de la piel de las madres.
Debido a la naturaleza de la lactancia, la piel de los senos de la mayoría de las madres, específicamente en el pezón y areola, se va deteriorando conforme el bebé se alimenta de ellas, lo que puede perjudicar su su salud e incluso provocar que se suspenda la lactancia.
Es por ello que la prevención y el cuidado constante de la piel de las mamas es esencial para mantenerlos saludables, y así permitir que el proceso de lactancia con tu bebé permanezca por todo el tiempo que éste lo requiera.
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¿Cómo afecta la lactancia la piel de las mujeres?
De acuerdo con la especialista en Dermatología, Rossana Llergo Váldez, la principal afectación de la piel de las mamas durante la lactancia es el eczema de pezón, una enfermedad inflamatoria de la piel provocada por la constante succión del pezón y areola al amamantar.
El eczema de pezón produce inflamación en el área, enrojecimiento, descamación y agrietamientos. Además, en los casos más graves provoca exudación de líquido por el pezón, dolor, molestia y abertura de la piel en forma de llagas o fisuras, “lo que puede entorpecer el proceso de lactancia”.
Este tipo de enfermedad de la piel es más común entre las mujeres con piel atópica, es decir sensible a la irritación, o que ya tienen algún tipo de padecimiento dermatológico, como dermatitis.
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¿Cómo cuidar la piel durante la lactancia?
Para evitar la aparición de eczema de pezón es necesaria la prevención, menciona en entrevista para SuMédico la también presidenta de la Fundación Mexicana para la Dermatología. Dicha prevención debe hacerse incluso antes de comience la lactancia.
La adquisición de hábitos de cuidado de la piel desde el embarazo es esencial para prepara la piel de los senos al proceso de lactancia. Para ello la especialista recomienda el uso de cremas humectantes dermatológicas que mantengan húmeda la zona de los senos, esto para evitar también la aparición de estrías debido a la distensión de la piel.
Una vez que se comienza a amamantar, Llergo Valdez recomienda el uso de jabones dermolimpiadores de uso dermatológico, los cuales contienen ceramidas y lípidos que mantendrán humectada la piel, y compensarán los nutrientes perdidos en esa área durante la lactancia.
Así mismo, se aconseja el uso de cremas dermatológicas durante toda la etapa de lactancia, las cuales deberán colocarse al menos tres veces al día una hora antes de amamantar al bebé. Este tipo de cremas pueden contener una ligera anestesia que apaciguara las molestias y dolor en los senos.
Si se está amamantando y se usan este tipo de productos, la dermatólog recomienda que antes de empezar a dar pecho se limpie el área con agua termal y un algodón, esto para evitar que el bebé consuma las cremas.
¿En qué beneficia la lactancia a la piel de los bebés?
Por otro lado, resalta Rossana Llergo, la lactancia permite a los bebés el correcto desarrollo del sistema inmunológico, incluído el de la piel, por lo que les permitirá el fortalecimiento de ciertas células que ayudan contra la inflamación cutánea.
Un bebé que se alimenta de leche materna es menos propenso a alergias, entre las que se incluyen las alergias de la piel, por lo que la lactancia es esencial para el correcto cuidado de la salud inmediata y a largo plazo del recién nacido.
La especialista recalca la importancia de no automedicarse ante la presencia de cualquier afección cutánea, por lo que en caso de molestia o irritación a causa de la lactancia, es necesario acudir de inmediato con un especialista.