Las diferencias y conflictos entre la pareja son normales en una relación, pero cuando se tiene hijos se debe de tener cuidado de lo que se dice enfrente de ellos, a continuación te diremos cómo afectan las discusiones de los padres a los niños.
Algunos padres pueden discutir enfrente de sus hijos sin saber el daño que les están haciendo, ya que esto puede tener repercusiones negativas en los niños.
¿Cómo afectan las discusiones de los padres a los niños?
Investigadores se han dado a la tarea de estudiar las posibles consecuencias que pueden aparecer en los niños a raíz de las discusiones de los padres.
El investigador Gordon Harold, profesor de psicología en la Universidad de Sussex, señala que cuando los padres discuten enfrente de sus hijos, los niños están expuestos a desarrollar una mayor frecuencia cardiaca y a desequilibrios hormonales relacionados con el estrés.
El especialista señala que los niños que ven discutir a sus padres pueden sufrir:
- Cambios en su comportamiento
- Retrasos en su desarrollo cerebral
- Sufrir problemas de insomnio
- Padecer ansiedad y depresión.
(Foto: Especial)
La edad y el grado de discusión no importan
Gordon Harold indica que la edad no es un factor determinante. Ya que estos efectos pueden aparecer desde los seis meses de edad. Otro aspecto a tener en cuenta es que no importa si los padres tienen discusiones leves o fuertes, si lo hacen de manera reiterada o de vez en cuando, el niño igual se ve afectado ante todo tipo de discusión.
El especialista indica que los niños suelen responder a esta situación con problemas de comportamiento y las niñas se ven más afectadas emocionalmente.
Efectos a corto y largo plazo
Los niños que presencian discusiones de sus padres pueden crear patrones de comportamiento negativos en su entorno.
Estar continuamente presenciando discusiones de los padres, puede provocar que el niño tenga problemas individuales tales como angustia, inseguridad, autoestima baja, dificultad para manejar emociones, falta de concentración, fracaso escolar y no tolerar la frustración.
Sentimiento de culpa
Puede presentarse la situación en la que el niño en ciertas ocasiones por su propia personalidad trate de mediar entre sus padres para detener la discusión y al no ver cumplido su objetivo, puede aparecer el sentimiento de culpa.
También el niño puede tratar de mostrar un comportamiento inadecuado para distraer a sus padres y en lugar de que discutan, le presten atención a él.
También puede ocurrir que el menos crezca volviéndose cada vez menos expresivo y que cada vez comunique menos cómo se siente.
(Foto: Especial)
Sin duda las discusiones de los padres afectan a los niños, por lo que es importante que trates de discutir lo menos posible en pareja enfrente de tus hijos.
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(Con información de: Ser padres, Guía Infantil y Bebés y más)