Los dulces infantiles se han convertido en un producto de ingesta diaria, mientras que antes estos dulces infantiles estaban reservados a momentos especiales y específicos, el exceso de azúcar puede afectar el desarrollo de los niños y hoy te diremos de qué manera lo hace.
Ante las consecuencias negativas del exceso de azúcar para la salud de los niños y de la población en general, la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda limitar el consumo de azúcar libre (el que no se encuentra de forma natural en los alimentos) a menos del 10 por ciento de la ingesta calórica total, lo que equivale a un total de 12 cucharaditas al día. En esta cantidad debe ir comprendida toda la glucosa de alimentos y refrescos.
¿Cómo afecta el exceso de azúcar al desarrollo de los niños?
La OMS señala que los azúcares libres y añadidos son el principal contribuyente al aumento de peso, la obesidad, la caries dental y otros efectos adversos para la salud.
Hay que tener muy presente que no hay requerimientos nutricionales de azúcar libre para bebés, niños y adolescentes, por lo que la Sociedad Europea de Hepatología y Nutrición de Gastroenterología Pediátrica señala:
“Siempre que sea posible, el azúcar debe consumirse en su forma natural a través de la leche materna, la leche y productos lácteos sin azúcar y las frutas frescas enteras, en lugar de bebidas azucaradas, zumos de frutas, batidos o bebidas y productos lácteos azucarados. El azúcar se debe consumir como parte de una comida principal y no como aperitivo. A los bebés no se les debe dar bebidas que contengan azúcar en biberones o tazas, y a los niños se les debe desanimar en el hábito de dormir tomando bebidas o leche azucaradas en biberón”.
El exceso de azúcar puede provocar problemas en la salud de los niños, tales como:
Alteraciones en el comportamiento
Hiperactividad, ansiedad y depresión pueden estar relacionados con el abuso del consumo de azúcar. Una investigación realizada por la Universidad de Colorado establece una relación entre comportamientos agresivos e impulsivos y trastornos como el síndrome de déficit de atención con hiperactividad (TDAH) y la ingesta excesiva de azúcar.
Los investigadores indican que no se puede responsabilizar al azúcar de estas conductas o trastornos, pero sí establecen una posible potenciación de los mismos.
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Enfermedades cardiovasculares
Un estudio publicado en la revistas Journal of Nutrition determinó que las bebidas azucaradas, incluidas bebidas light y zumos envasados, podrían vincularse a mayores riesgos de sufrir síndrome metabólico.
Sobrepeso y obesidad
El elevado consumo de azúcar está directamente relacionado con el sobrepeso y la obesidad. También se relaciona con enfermedades cardiovasculares, diabetes tipo 2 y problemas gastrointestinales o caries dentales. De acuerdo al Centro Nacional para la Salud, en México, la prevalencia combinada de sobrepeso y obesidad se presenta en uno de cada cuatro niños (26%), mientras que uno de cada tres adolescentes la padecen (31%).
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Problemas de concentración, memoria y aprendizaje
Un estudio de la Universidad de California realizado en ratas, demostró que una dieta muy rica en fructosa produce alteraciones en el cerebro, la memoria y el aprendizaje que dificulta la capacidad cerebral.
Otro estudio de la Universidad Charité en Berlín descubrió que consumir mucha azúcar y otros carbohidratos daña tanto la estructura física del cerebro como sus funciones.
Recuerda que todo en exceso es malo, y el azúcar puede causar diversos daños a la salud de tu hijo, por eso se recomienda consumirla moderadamente.
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(Con información de: Ser padres y Revista Pediátrica)