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Encuentran relación entre lactancia y salud mental

La alimentación del bebé puede ayudar a mejorar la relación con el propio cuerpo y la autoestima

Escrito en SOY MAMÁ el

De acuerdo con expertas del Instituto Europeo de Salud Mental Perinatal, existe una relación entre la lactancia materna y la salud mental de las madres que es causada por neurohormonas que modifican el psiquismo de la madre y facilitan o dificultan la lactancia.

En palabras de la directora de la empresa y psiquiatra perinatal, Ibone Olza, "Amamantar con dolor deprime, y si la madre está deprimida es muy probable que tenga dificultades con la lactancia. La depresión es como llevar puestas unas gafas que hacen que todo se vea negro. El agotamiento puede ser enorme y la fatiga uno de los primeros síntomas de esa depresión posparto. Además, con la depresión se pierde la capacidad de disfrutar de la lactancia, con lo que se convierte en un esfuerzo enorme y agotador".

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Y es que la acción de amamantar, al igual que parir, es un evento neurohormonal, es decir, que la lactancia está dirigida por la oxitocina y la prolactina, neurohormonas producidas en el cerebro de la madre que además de producir leche generan cambios en el psiquismo y en la conducta materna para facilitar la lactancia y favorecer la crianza.

Por otro lado, cuando la lactancia va bien, puede ayudar a mejorar la relación con el propio cuerpo y la autoestima, algo que se observa, informa Olza, "especialmente en mujeres que tienen antecedentes de trastornos de conducta alimentaria y que expresan que gracias a la lactancia han podido reconciliarse con sus cuerpos". En el caso de que se haya sufrido un parto postraumático, la lactancia materna puede resultar en muchas madres "profundamente sanadora y reparadora de parte del trauma".

Algo que puede resultar en desconcierto para la madre es un comportamiento negativo por parte del bebé, que puede disparar los sentimientos de duda o insuficiencia.

"En general, durante el embarazo pocas mujeres imaginan lo difícil que puede ser el inicio de la lactancia, casi no se habla sobre ella, sino que toda la atención se centra en el parto y se idealiza el posparto. Así que cuando el inicio es doloroso, cuando el bebé no logra engancharse o no para de llorar muchas mujeres se sienten desconcertadas.

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El sentimiento de culpa puede ser terrible, muchas madres expresan que amamantar sería una experiencia idílica y ante las dificultades piensan que son ellas las que deben de estar haciendo algo mal", explica la especialista.

Hay que recordar que la lactancia materna es un factor fundamental para los pequeños, ya que fortalece el lazo entre madre e hijo y al hacerlo en los primeros seis meses de vida del recién nacido, reduce las posibilidades de que el bebé desarrolle alergias durante la infancia e incluso hasta que llegan a la adolescencia, ya que refuerza sus defensas.


Con información de Europa Press y Sumédico.com