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5 tips para abrigar a un niño correctamente

¿Es necesario ponerles guantes, bufanda, gorro y más de un suéter? Los expertos te dicen cómo abrigar a un niño

Escrito en SOY MAMÁ el

Abrigar a un niño correctamente cuando hace frío es una de las principales preocupaciones de los padres en esta temporada, especialmente porque vuelven a clases y las mañanas pueden tener temperaturas muy bajas. ¿Es necesario ponerles bufanda, gorro y orejeras? Los expertos responden.

A veces creemos que cuanto más abriguemos a los pequeños, significa que los queremos y protegemos más, pero no siempre es así. Toma nota de lo que debes tomar en cuenta antes de envolverlo en capas y capas de ropa abrigadora.

¿Cómo abrigar a un niño?

De acuerdo al Dr. Iván Carabaño, jefe del Servicio de Pediatría del Hospital Universitario Rey Juan Carlos- Hospital General de Villalba en Madrid, revela 5 claves para abrigar a un niño correctamente cuando hace frío:

1. El frío sí aumenta el riesgo de enfermedades respiratorias

Notar que cuando hace frío empiezan las enfermedades respiratorias como gripes y catarros no es casualidad, pues el frío dificulta los movimientos de los cilios, unos pelitos muy fino que recubren por dentro el aparato respiratorio.

La función de los cilios es atrapar los gérmenes y expulsarlos, por lo que cuando hace frío, están agarrotados y los gérmenes llegan para quedarse y causar enfermedades.

De hecho, un estudio de la Universidad de Vanderbilt, en Nashville, Tennesee, señala que el frío aumenta el riesgo de inflamación de los bronquiolos (bronquiolitis) y a su vez, ésta aumenta el riesgo de asma.

Así que si, es importante que los niños vayan bien abrigados a la escuela.

2. ¿Qué zonas del cuerpo debo cubrir?

Al respecto, el especialista señala que hay zonas del cuerpo más vulnerables que otras al frío, como las manos, los pies y las orejas.

Si hace mucho viento, es importante proteger las orejas, pues son especialmente sensibles y pueden sufrir lesiones. Lo ideal es cubrir las orejas con un gorro o unas orejeras.

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3. Los niños no necesitan abrigarse de más

Al intentar abrigar a un niño correctamente, pensamos que es necesario cubrirlo más que a nosotros, sin embargo no es así.

El termostato de los pequeños es igual que el de un adulto, sienten el calor y el frío con la misma intensidad que nosotros, así que no hace falta ponerles demasiada ropa abrigadora. Lo ideal es seguir nuestra propia intuición.

“Por regla general, los niños no son más sensibles al frío que los adultos. Más bien al contrario: tienden a ser más activos. Corren más, saltan más y eso les facilita entrar en calor”, señala el experto.


Solo en el caso de los bebés recién nacidos debemos tomar precauciones extras, pues los bebitos menores de un mes no regulan bien su temperatura y si no los abrigamos lo suficiente pueden sufrir un cuadro de hipotermia.

4. Pon varias capas

Uno de los mejores trucos para abrigar a un niño correctamente es ponerle varias capas de ropa delgada, en lugar de una chamarra extremadamente gruesa.

“En climas muy fríos, lo mejor es utilizar distintas capas de ropa, aunque sean capas livianas. Entre una prenda y otra se crea una mínima película de aire que tiene un carácter aislante”, aconseja el Dr. Carabaño.

Por otro lado, ponerle varias capas de ropa delgada le permite al niño adaptarse poco a poco a los cambios de temperatura.

5. ¿Y a la hora de dormir?

En la noche podríamos pensar que también necesitamos poner capas y capas de cobijas y ropa muy abrigadora, sin embargo, el experto señala que no hay que pasarse, todo dependerá de la propia temperatura de la casa.

Si no hay calefacción, lo ideal es que abriguemos al niño bien antes de meterlo a la cama, podría ser con un pijama grueso.

En caso de que la casa sea calientita o haya calefacción, entonces el niño puede dormir con un pijama normal.

Cuando hay bebés pequeñitos en casa debemos tener mucho cuidado, pues la habitación en la que duerme no puede estar a más de 24 grados, de lo contrario, hay riesgo de muerte súbita.

Abrigar a un niño excesivamente tampoco es malo, pero podría ser incómodo para el pequeño, pues se sentirá pesado o estará sudando constantemente, así que sigue estos consejos para mantenerlo calientito sin que tenga que sentirse limitado en sus movimientos.

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(Con información de El País)