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5 pasos para controlar correctamente las peleas entre hermanos

Las peleas entre hermanos pueden salirse de control y generar emociones negativas que arruinen el vínculo

Escrito en SOY MAMÁ el

Cuando hay niños en casa, las peleas entre hermanos pueden ser muy comunes, ya que pueden desatarse por muchos motivos, desde querer el mismo juguete o pelear la territorialidad de una habitación.

Los problemas entre hermanos causan riñas, discusiones, grandes peleas e incluso, golpes. Es fácil perder la paciencia ante estas situaciones, pero los expertos señalan que los padres deben saber resolver estos conflictos correctamente para no empeorarlos.

(Foto: Freepik) 

A continuación, te decimos 5 pasos para controlar las peleas entre hermanos y no fracasar en el intento.

¿Cómo controlar las peleas entre hermanos?

Generalmente, las peleas entre hermanos son problemas superficiales y hasta normales puesto que los niños no conocen otra forma de resolver conflictos más que discutiendo o hasta dando golpes.

Sin embargo, debemos estar muy al pendiente pues en algunos casos no solo son “peleas de niños” sino que ocultan emociones negativas no resueltas.

Los celos, las envidias o la competitividad entre hermanos pueden causar discusiones y ello no es nada trivial, al contrario, de no saber controlar esas situaciones a tiempo se podría dañar profundamente el vínculo entre hermanos.

(Foto: Pixabay) 

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Tomando ello en cuenta, la psicóloga clínica de la Universidad de Columbia, Laura Markham, destaca en un artículo de El País, que hay 5 pasos esenciales para controlar las peleas entre hermanos:

1. Generar vínculos con ambos niños involucrados

Es fundamental pasar al menos media hora de calidad con cada pequeño, pues sentirán que no deben competir porque ambos son el centro de atención de sus padres y que quieren hacerlos felices. Esto reforzará las bases de sus sentimientos de autovalidación.

La clave está en poner atención realmente al niño, ignorar cualquier distracción y darle todo el amor que sea posible.

2. Crear juegos que los hagan reír

Los niños necesitan reírse y si tus hijos se están dando golpes constantemente, con mayor razón. Por ello, es esencial que en casa se hagan juegos donde los pequeños se rían de sus propias peleas. 

Por raro que parezca, se recomienda cualquier juego de agresión fingida que los haga reír, pues eso los ayuda a sanar y fortalece la conexión entre hermanos y padres pero de manera divertida. 

(Foto: Freepik) 

Como ejemplo, pueden ser juegos en los que uno es un monstruo y asusta al otro o también puede ser una guerra de almohadas.

3. Acercarse primero al niño agredido

Cuando ocurra una pelea en que un hermano le pegue al otro, probablemente sentirás la necesidad de regañar de inmediato al que hizo la agresión, pero lo correcto es atender primero al niño agredido.

“En ese momento te necesita la persona que ha sido agredida, así que habla con en niño que le pegó un poco después, así consuelas a tu hijo herido. Seguro te entran ganas de castigar a su hermano, pero lo que realmente quieres hacer es detener los golpes, así que solo trata de entender lo sucedido”, recomienda la experta Markham.

(Foto: Pixabay) 

4. Ayuda a gestionar las emociones

Tal vez piensas que los niños pegan sin pensar, pero la realidad es que muchas veces hay emociones negativas detrás de esa reacción agresiva.

Así que, después de comprobar que el niño golpeado está bien, debes enfocarte en que el agresor pueda sacar sus verdaderas emociones a la luz, mostrarlas y dejarlas ir.

Platica con él, pregúntale por qué atacó al niño y escúchalo atentamente, no lo amenaces ni le digas que es un inconsciente o egoísta, al contrario, trata de tener comprensión y háblale de los riesgos que puede haber por golpear a su hermano.

“La empatía se aprende y se desarrolla. El niño todavía tiene partes del cerebro sin madurar”, destaca la experta.

5. Evita los errores más comunes

En la desesperación por parar las peleas entre hermanos puedes pensar que usar algunas artimañas es efectivo, pero lo cierto es que debes evitar algunas como:

-Interrogar “¿Quién fue?”

-Buscar culpables para castigar: Se deben buscar soluciones, no culpables.

-Hacer sentir culpa: “¡Me van a sacar una úlcera!, Ya eres mayorcito para…”

(Foto: Freepik) 

-Comparar a los hermanos: Esto solo genera rivalidad, ira, revancha y lastima la autoestima.

-Dar una solución sin escuchar: Lo ideal es dejar que los niños lo resuelvan y escuchar las razones de cada uno.

No es fácil controlar las peleas entre hermanos, pero hacerlo a tiempo puede evitar muchos conflictos, así que no pienses que se trata de algo pasajero y actúa correctamente. En caso de que los conflictos empeoren, busca ayuda de un experto.

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(Con información de El País y Ser Padres)