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3 cosas que nunca debes hacer al cargar un bebé

Existen algunos errores al cargar un bebé que nunca debes hacer, pues podrías lastimar al pequeño y hacerle pasar un mal momento

Escrito en SOY MAMÁ el

Cargar un bebé puede parecer algo irresistible pero también causa mucho temor debido a que el pequeño se ve tan frágil que pensamos que cualquier movimiento en falso le hará daño. No existe un manual, pero es importante que antes de tomarlo en nuestros brazos tomemos en cuenta algunas precauciones para no lastimarlo y hacerlo sentir cómodo, especialmente si somos principiantes o no tenemos mucha experiencia cargando a un recién nacido.

Es normal sentir miedo de cargar un bebé, pero nada malo pasará si aprendemos a tomar al pequeño con seguridad y delicadeza al mismo tiempo, transmitiendo cariño en todo momento para que ambos sientan confianza.

La clave está en sentirse tranquilo y seguro, para que el bebé también esté relajado, la interacción sea agradable y no ocurra ningún accidente.

¿Cómo cargar un bebé?

Aprender a cargar un bebé es muy sencillo, solo debes asegurarte de evitar hacer las siguientes tres cosas al momento tomarlo entre tus brazos:

1. No lavarte las manos

Por nada del mundo debes cargar a un bebé sin antes lavarte bien las manos, pues el sistema inmune de los pequeños no está lo suficientemente preparado para combatir virus y bacterias que para un adulto son inofensivas, así que prioriza la higiene en todo momento al tener contacto con los recién nacidos.

2. No sostener su cabecita

Lo primero que debes tomar en cuenta al cargar un bebé es que su cabecita no quede colgando, pues en los primeros meses no puede sostenerla por sí solo y será necesario que con una mano la detengas. Es ideal que sostengas parte de la cabeza y su cuello para evitar que se lastime.

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3. Posición incómoda y movimientos bruscos

Cuando lo cargues, lo más importante es que el bebé se sienta cómodo, así que debes usar ambos brazos para que su cuerpecito permanezca completamente apoyado. Levántalo con delicadeza, sostén su cabecita en uno de tus brazos y con el otro sujeta su cuerpo.

Ya que esté en una posición cómoda, debes ser cariñoso para transmitirle mucha paz y serenidad, incluso puedes hablarle con un tono suave o hacer algunos movimientos muy despacio para arrullarlo. Recuerda que los bebés son muy delicados y los movimientos bruscos lo pueden estresar rápidamente.

Lo más importante al cargar un bebé es hacerlo con seguridad y confianza, así que deja de lado el nerviosismo y ten confianza en ti mismo, verás que ambos disfrutarán del momento y querrán repetirlo muchas veces más.

Beneficios de cargar un bebé

Numerosos estudios han demostrado que cargar un bebé ayuda a fortalecer su autoestima, a potenciar su desarrollo neuronal, fomentar su independencia y seguridad, así como un correcto desarrollo físico y psicológico.

Los movimientos suaves también favorecen que el pequeño se sienta acompañado y protegido, además de tranquilo, por lo que podrá dormir mejor. Notarás que está menos nervioso e incluso, que el llanto se reduce considerablemente porque se tranquilizará más rápido en cuanto esté en los brazos. Un estudio de la Universidad de Notre Dame también encontró que los bebés que reciben mucho cariño de sus padres y son cargados con frecuencia, al crecer desarrollan una mayor capacidad para lidiar con la ansiedad y la frustración.

“Los primeros 6 meses de vida para los bebés son fundamentales, ya que es el momento en que desarrollan un vínculo especial con sus padres y cuidadores primarios. Es por eso que animamos a las familiar a cargar al bebé cuando llora”, concluyen los investigadores.

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