Dormir de manera correcta es fundamental para las personas de todas las edades, pero un nuevo estudio ha encontrado que el sueño es fundamental para la salud en general de niños y adolescentes.
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Los niños y adolescentes deben dormir al menos 8 horas diarias durante la noche y es fundamental que lo hagan de manera correcta para beneficiar su salud.
Dormir bien es fundamental para la salud mental de niños y adolescentes
Los Institutos Nacionales de la Salud de Estados Unidos informan que dormir de forma adecuada previene problemas en el sistema inmune, el desarrollo físico y cerebral. Además, previene enfermedades crónicas como la obesidad, la diabetes, la hipertensión y otras patologías de índole cardiovascular.
Estos son otros beneficios que obtienen los niños y adolescentes al dormir bien:
- Promueve el crecimiento físico
Durante el sueño profundo, el cuerpo libera hormonas de crecimiento que son esenciales para el desarrollo óseo y muscular. Un descanso insuficiente puede interferir con este proceso, afectando el crecimiento físico y el desarrollo general.
- Mejora el rendimiento académico
Un sueño de calidad mejora la memoria, la concentración y la capacidad de aprendizaje. Dormir bien ayuda a los niños y adolescentes a retener información nueva y a resolver problemas de manera más eficaz, lo que se traduce en un mejor desempeño escolar.
- Fortalece el sistema inmunológico
Mientras duermen, el cuerpo produce células inmunitarias que ayudan a combatir infecciones y enfermedades. La falta de sueño puede debilitar el sistema inmunológico, haciendo a los niños y adolescentes más propensos a enfermarse.
- Favorece la salud mental y emocional
El sueño tiene un impacto directo en el estado de ánimo. Dormir bien reduce el riesgo de desarrollar problemas como ansiedad y depresión. Además, un descanso adecuado ayuda a manejar el estrés y las emociones de manera más equilibrada.
- Regula el peso y el metabolismo
Un sueño insuficiente puede alterar las hormonas que controlan el apetito, aumentando el riesgo de sobrepeso y obesidad. Dormir las horas necesarias ayuda a mantener un metabolismo saludable y a prevenir problemas relacionados con el peso.
Fomentar buenos hábitos de sueño es crucial para el desarrollo integral de niños y adolescentes. Los padres y cuidadores pueden contribuir creando un entorno propicio para el descanso: estableciendo horarios regulares, limitando el uso de pantallas antes de dormir y asegurándose de que tengan un lugar tranquilo para descansar. Garantizar un sueño reparador no solo favorece su salud física y mental, sino que también sienta las bases para un futuro saludable.
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